El Papa Francisco no sólo eleva la conciencia acerca de los que están sin hogar, sino que, de muchas maneras, da forma a la pastoral integral de las personas sin hogar.

Después de leer lo siguiente, ¿qué preguntas surgen sobre los ministerios de la Familia Vicenciana con las personas sin hogar?

Es bien conocida la preocupación del Papa por el bienestar físico de las personas que no tienen un lugar que llamar casa. Lo que puede no ser suficientemente apreciado es la forma en que está dando forma al cuidado pastoral, que combina la preocupación por los aspectos espirituales y emocionales de la dignidad humana de los que no tienen techo donde cobijarse. Él ha pensado en muchas cosas a las que otros podrían no ser sensibles.

¿Quién hubiera pensado que un Papa habría mandado instalar cabinas de ducha, una peluquería y un centro de salud para los pobres bajo las columnatas de Bernini, en la plaza de San Pedro? ¿Te hubieses imaginado a un Papa invitando a los marginados a un tour privado por los museos del Vaticano y saludándoles diciendo «Bienvenidos, esta es la casa de todos. Su casa»?. A continuación pasó 20 minutos saludándoles… uno a uno.

Podríamos haber tomado nota de que distribuyó Evangelios de bolsillo durante una oración semanal del Angelus. Pero, ¿quién hubiera imaginado al Papa haciéndolos VIPs en un concierto organizado en el Aula Pablo VI, a pocos pasos de Santa Marta, el hotel dentro de los terrenos del Vaticano, donde él vive?

Y ahora él da un último aldabonazo, en el Año de la Misericordia.

El Año de la Misericordia sin duda atraerá a cientos de miles de visitantes a Roma. Pero, también por primera vez, ¿quién habría pensado en invitar a las personas sin hogar a hacer una peregrinación a Roma en el Año de la Merced? ¡El Papa Francisco lo pensó!

Varios miles de personas sin hogar viajarán a Roma en noviembre, lo que representa una clausura perfecta para el Año de la Misericordia, para un Papa que ha dejado claro desde el principio que los pobres y los que están en las «periferias existenciales» tienen un lugar especial en su corazón.

De acuerdo con un comunicado emitido el lunes, 6.000 personas que viven en las calles de toda Europa van a visitar la Ciudad Eterna una semana antes de la clausura del Año Santo, con ayuda financiera de Fratello, una organización francesa nacida después de una experiencia de peregrinación similar, organizada para 150 personas sin hogar, en el 2014.

«Este tiempo de peregrinaje, y la oportunidad de conocer a Francisco, dará a las personas de los sectores más vulnerables de la sociedad, que a menudo son tratadas como parias, la oportunidad de descubrir que su lugar está en el corazón de Dios y en el corazón de la Iglesia», dice la declaración.

El grupo viajará a Roma del 11 al 13 de noviembre, asistiendo en estas fechas a una catequesis especial con Francisco, y también a una misa celebrada para ellos en la plaza de San Pedro.

Según su sitio web, Fratello es una asociación respaldada por la filial francesa de la asociación católica internacional Caritas, y funciona con otros grupos que ayudan a las personas que viven en situación de exclusión.

Cada grupo ayudará, a los menos privilegiados que cuidan a diario, a cubrir el costo de la peregrinación, pero la organización, a través de donaciones de individuos, también ayudará a aquellos que no puedan pagar el costo total del viaje.

Tomados en conjunto, todos estos gestos subrayan otra dimensión de la forma de Francisco de aproximarse a la caridad: no darles «sólo» alimentos, sino también restaurar su dignidad humana.

Se me ocurre que todas las organizaciones vicencianas pueden pensar si reflexionamos en el ejemplo de Francisco. Cuando ofrecemos «servicios», ¿somos conscientes de preocuparnos por la restauración de la dignidad humana de aquellos a quienes servimos?