Un cambio de Cuaresma, metafóricamente un «cambio de marcha» en Cuaresma, puede ser un proceso muy útil. Cambia lo que haces. Cambia lo que ves, cambia lo que lees. Ayunamos para alimentar las partes más profundas de nuestro ser. Esta es la primera de una serie que, durante cuatro semanas, nos invitará a alimentar nuestras almas con nuestras tradiciones vicencianas y eclesiales.
Cambiar de marcha en Cuaresma pueden tener muchos significados diferentes. Dos de los más evidentes son: cambiar a una marcha superior después de un buen comienzo (como en los automóviles); otro significado es más parecido a conseguir realmente ponerse en marcha.
He aquí algo a considerar que se ajusta bien al significado de la Cuaresma. Cambiar del ayuno a alimentar nuestras almas vicencianas.
Primero, dime esto: ¿cuánto tiempo pasas enchufado a algún tipo de dispositivo digital? Y entonces, ¿necesita alimento tu alma Vicenciana?
Si es así, ¿considerarías disminuir tu tiempo digital en favor de tu ser Vicenciano?
Sin entrar en un juego de números, supongamos que estás dispuesto a comprometerte 10-15 minutos al día a alimentar tu alma vicenciana. ¿Qué harías?
Una primera opción
Encuentra fuerzas viendo lo que hacen otras personas que comparten tu visión. Visita alguna web de las ramas de la Familia Vicenciana o lee acerca de su servicio y actividad en .famvin, haciendo clic en uno de estos enlaces:
- Asociación de la Medalla Milagrosa
- Asociación Internacional de Caridades
- Congregación de la Misión
- Hijas de la Caridad
- Juventudes Marianas Vicencianas
- Misioneros Seglares Vicencianos
- Otras ramas de la Familia Vicenciana
- Sociedad de San Vicente de Paúl
- Materiales audiovisuales vicencianos en español
La lectura de las actividades de tus hermanos y hermanas en la Familia Vicenciana te va a llenar el alma de esperanza, y a satisfacer apetitos sin nombre, que todos nosotros sentimos. Se inicia con el cambio de Cuaresma, y poco a poco se convierte en un cambio permanente.
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