Casi todo el mundo ha oído hablar de Santa Marta, la residencia donde el papa Francisco vive, y que está a cargo de las Hijas de la Caridad. Sin embargo, son pocos los que, fuera de Roma, han oído hablar de la otra Santa Marta, el Hospital Pediátrico que sirve principalmente a niños inmigrantes a pocos metros de distancia:
[Provincia de San Vicenzo – Italia] Tiene el mismo nombre que la famosa residencia pontificia y este año ha acogido en el Vaticano a 480 niños de todo el mundo, sin distinción de raza o religión. Es el Dispensario Santa Marta que ofrece atención médica, comida y ropa a familias necesitadas. A pocos pasos de la casa que acoge al Papa Francisco, este servicio lo realizan desde hace más de 90 años las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl que ofrecen una solución a un tipo de necesidades que normalmente no se sabría cómo atender.
“Gracias a la colaboración del gobierno (del Vaticano)”, explica Sor Antonietta Collachi, directora de la clínica desde 2012, “todos los años acogemos a unos 500 niños de los que 350 vienen regularmente. Son principalmente inmigrantes de África y América Latina pero también de Asia y Europa. Además, no se mira el color de su piel o su profesión religiosa porque la caridad valora a cada persona como “ser humano”. Entre estas familias hay madres con sus niños que no tienen quien se ocupe de ellos. 52 personas, entre doctores y voluntarios, ayudan a la comunidad Vicenciana ofreciendo cada día varias horas de trabajo. Acogen a las familias cada día, trabajan en la clínica, se ocupan del archivo, distribuyen comida, ropa, pañales y juguetes para los niños y mantienen los diversos servicios esenciales.
L’Osservatore Romano (Gianluca Biccini)
Fuente: http://filles-de-la-charite.org/
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