Federico quiso hacer el Camino de Santiago. Un día, que se sentía bien, con su mujer y su hermano menor escapó a...
Anecdotario
Anecdotario vicenciano: Buscando un lugar para el eterno descanso de Federico
Antes de partir a Italia en julio de 1852, Federico y Amelia fueron a la Iglesia de los carmelitas de París. Se...
Anecdotario vicenciano: Los viajes de Federico
La primera vez que Federico Ozanam viaja por su cuenta, desde Lyon a París, es el 2 de noviembre de 1831; se dispone a...
Anecdotario vicenciano: Seis sacramentos y una trampa
El Papa Juan Pablo I, en la audiencia general del Miércoles 13 de septiembre de 1978, al saludar a un grupo de recién casados, les dijo: El siglo pasado había en Francia un profesor insigne, Federico Ozanam; enseñaba en la Sorbona, era elocuente, estupendo. Tenía un...
Anecdotario vicenciano: Una justicia deprimente
Ozanam estudió Derecho prácticamente obligado por su padre. No le gustaban los estudios de leyes pero, por complacer a su padre, llegó hasta a doctorarse. Lo que de verdad le gustaba eran las Letras. Federico ejerció de abogado en Lyon durante un corto periodo de...
Anecdotario vicenciano: Un profesor bondadoso, pero justo y exigente
A pesar de la bondad de Federico, no fue un maestro indulgente con sus estudiantes. Al contrario: fue un profesor excepcionalmente severo. Como examinador no les daba cuartel. Desconfiaba tanto de su tendencia natural a la indulgencia que su conciencia lo llevaba...
Anecdotario vicenciano: Ozanam y el dinero de los protestantes
Federico Ozanam fue un firme defensor de la fe y de la Iglesia Católica; pero, si algunos protestantes lo hacían intermediario en el servicio de sus pobres, era su agradecido servidor. Una vez, un joven pastor protestante, habiendo reunido una cantidad de dinero entre...
Anecdotario vicenciano: Ozanam, edificado por la piedad de los grandes
Después de algunas peripecias, al poco tiempo de llegar Federico a París, con 18 años, termina alojándose en casa de Andrés María Ampère, famosísimo científico, que vive en la calle Fossés-Saint Victor 19. Federico se alojó en el cuarto del hijo, Juan Santiago Ampère,...
Anecdotario vicenciano: La limosna que humilla y la que honra
Federico piensa que la ayuda, la limosna, es humillante cuando solo se cubren las necesidades materiales, “lo que provoca lástima, y lo que uno remedia hasta en los animales”. Dice que es humillante porque no puede haber reciprocidad, son favores que el otro no tiene...
Anecdotario vicenciano: El universitario Ozanam y el dinero
Federico, mientras cursaba sus estudios de Derecho y de Letras en la universidad de París, casi siempre andaba mal de dinero. En las cartas a sus padres (no en todas, pero sí en muchas) les daba cuenta de su paupérrima economía. Cuando no era que tenía los pantalones...
Anecdotario vicenciano: El políglota Ozanam
A Federico no le hicieron falta los medios audiovisuales modernos (que hoy nos parecen imprescindibles) para aprender idiomas. Él, a los 17 años, ya sabía latín, griego, se iniciaba con el sánscrito y el hebreo —para poder traducir del original—, y estudiaba alemán e...
Anecdotario vicenciano: El pan de la Eucaristía y el pan de los pobres
En cierta ocasión, algunos de sus amigos advirtieron que Ozanam, tras recibir la comunión en Notre Dame un Jueves Santo, en lugar de ir directamente a desayunar, se escabulló en otra dirección. Le observaron y descubrieron que había ido primero al panadero y después a...