Evangelio y Vida para el 6 de diciembre de 2024
“¡Hijo de David, compadécete de nosotros!”
Is 19, 17-24; Sal 26; Mt 9, 27-31.
En este del Evangelio en donde se narra la curación de los dos ciegos, Jesús aparece como iluminador, como el que da la luz para poder ver. Al realizar este milagro, Jesús responde a la fe que aquellos hombres tienen puesta en Él como Mesías.
Los ojos de aquellos hombres que se acercan con su súplica a Jesús no tenían luz, sin embargo, su corazón estaba encendido, y con una fe grande. Así nos lo hacen ver por la firmeza de su respuesta ante la pregunta que Jesús les hace: “¿Creen que puedo hacerlo?”: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos diciendo, que se haga en ustedes conforme a su fe”.
Con el mandato final de Jesús dirigido a aquellos dos hombres trata de prevenir el malentendido al que se puede prestar:
Ver en Jesús sólo un curandero, y sea buscado por las personas solo por eso, y no verlo como el Mesías, el enviado del Padre, el “Dios con nosotros”. El Dios que viene a salvarnos y a curarnos, no solo físicamente sino espiritualmente. Y llegar así a la verdadera fe.
El tiempo de Adviento nos invita a abrir los ojos, a esperar, a permanecer en una búsqueda continua para encontrarnos con Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Elena Camacho, de la Sociedad de San Vicente de Paúl
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