“Ve primero a reconciliarte”

Ez 18, 21-28; Sal 129; Mt 5, 20-26.

El párrafo que escuchamos en el evangelio de hoy toma uno de los mandamientos de la Ley de Dios: “No matarás”, un principio que parecía, hasta entonces, claro y fácil de entender. Pues bien, a este mandamiento Jesús lo llena de un nuevo contenido evangélico, lo colorea con los nuevos colores del Reino de Dios y lo lleva a alcances insospechados, con consecuencias que van más allá de “no asesinar”, “no quitarle la vida a un ser humano”.

El nuevo mandamiento va a implicar, según la “nueva ley”, muchas cosas más. No matar también se refiere a “no enojarse con el hermano”, no llamarlo “tonto”, mucho menos despreciarlo. Implicará buscar siempre un acuerdo en cualquier conflicto, dialogar, llegar a entendimientos, resolver pacíficamente las   diferencias.   Pide   respeto, comprensión, bondad, perdón, misericordia…

Cuando nos confesamos es común decir: “Pues no he robado ni matado”. Y yo pregunto: ¿No has matado según la antigua ley, o según el evangelio de Jesucristo? ¿Estás pensando en el homicidio “clásico”, o en el “no matarás”, según los valores del Reino? Todo lo anterior lo resume la 1ª de Juan 3, 15: “Quien odia a su hermano es un homicida”.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón Soltero C.M.