“Nos visitará el Sol que nace de lo alto”

2 Sam 7,1-8, 8-12, 14.16; Sal 88; Rom 16, 25-27: Lc 1, 26-38.

Dios es fiel a su promesa y nos anuncia que Juan es el Profeta que nos dará a conocer la salvación. Dios Misericordioso por medio de Juan nos prepara el camino de la esperanza y la paz; él nos anunciará al Sol naciente que dará luz a nuestras tinieblas.

¿Cómo estoy viviendo esta víspera del nacimiento del Niño Jesús? ¿Estoy llevando a los míos el mensaje de Salvación o me rindo en el silencio por la duda y el miedo? ¿Realmente me alegro y alzo mi voz para anunciar que se nos ha dado un Salvador?

Es común que en estos tiempos nos aflijan diferentes circunstancias como la ausencia de un ser querido, pero este es un buen momento para dejarnos iluminar por ese gran Sol que nos visita de lo alto; la Promesa de Dios sigue vigente para nosotros. Él ha enviado a su

Hijo Jesús para rescatarnos de toda atadura, de cualquier problema. Para él nada es imposible.

Preguntémonos: ¿De cuáles tinieblas necesito ser rescatado? ¿Con quién me tengo que reconciliar? ¿Con mi hermano, conmigo mismo, con Dios?

Dios, que has enviado a tu Hijo para Redimir al mundo, Sálvanos.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Grupo de fieles laicos de la Rectoría La Sagrada Familia, Chihuahua, México.