¿Se contradijo Jesús?
Los editores de Commonweal me han llamado la atención. El editorial titulado “Advent in a Time of War” [Adviento en tiempos de guerra] señalaba una contradicción en la que nunca había pensado.
Un problema central para los cristianos en la actualidad es cómo conciliar dos de las bienaventuranzas en nuestras vidas como ciudadanos: cómo ser pacificadores y al mismo tiempo tener hambre y sed de justicia.
En el mundo real, los que buscan la paz y los que exigen justicia a menudo parecen estar profundamente enfrentados. Para los artífices y guardianes de la paz, la exigencia de justicia puede parecer una mal disimulada llamada a la venganza.
Hasta entonces, pensaba que mucha gente podría tener problemas para nombrar las ocho bienaventuranzas.
La descripción que hace el editor de un problema central de nuestro tiempo suscitó una pregunta en la que nunca había pensado. ¿Propuso Jesús ideales contradictorios en uno de sus sermones más conocidos? Estos periodistas, en su descripción de uno de los problemas centrales, apuntan a esa misma pregunta.
¿Forjador de la paz y/o profeta?
Cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que conozco a pocas personas que sean claramente pacificadores y profetas.
Las virtudes de cada uno de estos aspectos parecen ser muy diferentes.
Normalmente, uno es bueno en uno pero no en el otro. Además, cada uno parece no apreciar al otro. «Para los artífices y guardianes de la paz, la exigencia de justicia puede parecer una mal disimulada llamada a la venganza».
La «Y» vicenciana
- San Vicente de Paúl (1581-1660): San Vicente de Paúl demostró un enfoque de pensamiento dual. Enfatizó la integración de la espiritualidad y la caridad práctica, trabajando para atender las necesidades materiales y espirituales de los pobres. San Vicente de Paúl reconoció la interconexión entre la justicia social y la santidad personal.
- Santa Luisa de Marillac (1591-1660): Santa Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad, también mostraba un enfoque de pensamiento dual. Enfatizó la importancia de servir a los pobres y marginados, al tiempo que reconocía la necesidad de una estructura organizativa y una eficiencia administrativa para llevar a cabo eficazmente las obras de caridad.
- Federico Ozanam (1813-1853): Como principal fundador de la Sociedad de San Vicente de Paúl, Federico Ozanam mostró un pensamiento dual. Hizo hincapié en la integración de la fe y la acción social, abogando por el crecimiento espiritual de las personas a través de obras de caridad y justicia social.
- Isabel Ana Seton (1774-1821): Santa Isabel Ana Seton demostró un enfoque de pensamiento dual. Enfatizó la integración de la espiritualidad y la educación, fundando el primer sistema de escuelas parroquiales católicas de Estados Unidos. Santa Isabel Ana Seton creía en el crecimiento intelectual y espiritual de las personas.
Otro pensador de «ambas cosas a la vez»
El papa León XIII (1810-1903): El estilo de pensamiento del papa León XIII reflejaba ambas tendencias. Fue conocido por su encíclica Rerum Novarum, que abordaba la justicia social y económica. León XIII reconoció la importancia de abordar los problemas sociales y de defender los derechos de los trabajadores, al tiempo que hacía hincapié en las enseñanzas católicas tradicionales y en el papel de la Iglesia en la sociedad.
El «desafío» de Jesús
¿Cómo te encuentras a la hora de reconocer y vivir los valores contrapuestos de las Bienaventuranzas de Jesús?
Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk
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