Novena bíblica en honor al beato Federico Ozanam (Día tercero)
Oración
Oh Dios de Caridad infinita, que no dejas de compadecerte de nosotros y continúas la obra misericordiosa de tu Divino Hijo Jesucristo en la historia de cada hombre. Te damos infinitas gracias por el amor que se hace manifiesto por medio de la gracia bautismal en todos y cada uno de tus hijos creados a Tu imagen y semejanza, particularmente en la persona del Beato Federico Ozanam, uno de nosotros, a quien iluminaste en el camino de su vida para llevar a feliz término la obra de la reivindicación de los pobres, mediante la caridad y la justicia, logrando la santificación de ellos y de quienes los socorren. Te pedimos que, por su intercesión, nos concedas vivir de la manera como él vivió, firme en la fe católica y apostólica, solícito en la caridad, como fiel hijo de Tu iglesia, a la cual defendió y proclamó como instrumento de Tu salvación. Dígnate, por tu misericordia, permitirnos seguir su ejemplo y un día poder llegar a gozar de tu compañía en unión con el Espíritu Santo que vive y reina por los siglos de los siglos. AMEN.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Meditación
TEMA : El Beato Federico Ozanam da testimonio de misericordia fundando la Sociedad de San Vicente de Paúl.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas ( Cap. 10. 25- 37)
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó : Maestro que debo hacer para ganar la vida eterna ? Jesús le contestó : Que esta escrito en la ley ? .Que es lo que lees ? . El maestro de la ley le contestó : Ama al Señor tu Dios con todo tú corazón con toda tu alma y con toda tu mente y ama a tú prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo : has contestado bien. Si haces eso tendrás la vida. Pero el maestro de la ley queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús : y quien es mi prójimo ?.
Jesús le contestó : un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa ; lo golpearon y se fueron, dejandalo medio muerto. Por casualidad iba por el mismo camino un sacerdote ; pero al verlo dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar le vio y siguió adelante. Pro un hombre de Samaría que viajaba por el camino al verlo sintió compasión. Se acerco a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadora, lo llevo a un alojamiento lo cuido. Al día siguiente, el samaritano sacó dos monedas, se las dio al dueño del alojamiento y le dijo : cuide usted de este hombre, y si usted gasta algo más yo se lo pagare cuando vuelva. Pues bien cual de estos tres te parece que fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos ?.
El maestro de la ley contestó : El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo : pues ve tú y haz lo mismo.
Reflexión
El pasaje del buen samaritano narrado por San Lucas es el evangelio de la misericordia de Dios. La actitud indiferente de los dos personajes y la acción caritativa del tercero escenificadas en una parábola dejaron para el maestro de la ley una clara enseñanza : no puedo decir que amo a Dios si no hago realidad ese amor, amando y sirviendo al pobre en quien está viva la imagen del Señor.
Por misericordia de Dios para con la humanidad fue cuando el joven Federico Ozanam con veinte años de edad y una exitosa carrera de derecho y letras en la Universidad de la Sorbona de París, aceptó el reto impuesto por Broteher de que mostrara a Dios con obras y no con palabras. Esa acción misericordiosa de la Providencia , provocó en la tarde del 23 de abril de 1833 que Federico Ozanam y seis compañeros mas le regalaran al mundo y a la Iglesia el más sólido y fuerte grupo apostólico de laicos que cuenta nuestra santa Iglesia. Ozanam puso esta nueva asociación bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl y la hizo una sociedad de hombres y mujeres, que se entregaran a la vivencia plena de su vida cristiana contruyendo sobre el soporte de la caridad y la justicia un nuevo orden social logrando sus miembros su propia santificación.
Esta obra de la Sociedad de San Vicente de Paúl , que fecundara el Espíritu Santo en el corazón del Beato Ozanam es la señal celestial que le marcaría a la Iglesia el paso a la apertura del laicado y su acción en la construcción de la fe en el pueblo de Dios. Cuantos hombres y mujeres en los cinco continentes han recibido la acción misericordiosa de esos samaritanos del evangelio y cuantos de ellos han logrado encontrar en sus vidas en verdadero sentido de su bautismo.
Meditemos en silencio.
Salmo
R/ Oh Dios tus obras son maravillosas.
Canten a Dios con alegría
habitantes de toda la tierra
canten himnos a su glorioso nombre
cántenle gloriosas alabanzas.
R/ Oh Dios tus obras son maravillosas.
Tus obras son maravillosas
por tu gran poder
tus enemigos caen aterrados ante ti
todo el mundo de adora
y canta himnos a tu nombre.
R/ Oh Dios tus obras son maravillosas.
Vengan a ver las obras de Dios
las maravillas que ha hecho por los hombres ;
convirtió el mar en tierra seca
y nuestros antepasados cruzaron el río a pie.
R/ Oh Dios tus obras son maravillosas.
Propósito de acción
Pediré a Dios el regalo de su misericordia para que con su gracia pueda yo con lo que soy y con lo que tengo aprender a ser compasivo con el hermano que sufre y buscar la manera de fundar una conferencia de la Sociedad de San Vicente de Paul que unido con el consejo superior de mi región pueda hacer a diario que el evangelio del buen samaritano se haga realidad .
Canto
Un mandamiento nuevo
nos da el Señor
que nos amemos todos
como nos ama Dios.
Quien a sus hermanos no ama
miente si a Dios dice que ama.
Cristo luz verdad y vida
al perdón y amor invita.
Oración final
Dios de infinita bondad cuyo amor es eterno te damos gracias hoy por el regalo que diste al mundo por medio del Beato Federico Ozanam , suscitándole la fundación de la Sociedad de San Vicente de Paúl para la misericordia de los pobres y la salvación de nuestras almas, dígnate bendecir esta obra de caridad y alentar su propagación por todo el mundo. Por Jesucristo Nuestro Señor. AMEN.
Oh María sin pecado concebida.
Rogad por nosotros que recurrimos a vos.
Autor: Ramiro Arango Escobar
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