Evangelio y Vida para el 15 de noviembre de 2022
“Hoy ha llegado la salvación a esta casa”
Apoc 3, 1-6. 14-22; Sal 14; Lc 19, 1-10.
Jesús quiere que lo invitemos a nuestros hogares, a nuestros corazones, pues quiere llenarlos de amor y de paz. Para eso vino, para rescatar a los que estábamos perdidos. Pero puede suceder que lleguemos a pensar que no merecemos tan grande honor; sin embargo, en realidad, es Él mismo quien se invita.
Hoy, en el evangelio vemos el ejemplo de Zaqueo, un hombre que se había hecho rico abusando de los demás pero que, a su tiempo, supo escuchar la voz de su conciencia. Tenía curiosidad por ver a ese Jesús del que se decían tantas maravillas; para hacerlo tuvo que superar muchos obstáculos, tanto personales como los que le presentaba la misma comunidad y logró hacerse ver por Jesús, quien lo transformó, convirtiéndolo de egoísta y abusivo en comprensivo y solidario.
Muchas veces el principal obstáculo para encontrarnos con Jesús somos nosotros mismos; pero si lo buscamos de corazón, haciendo un esfuerzo, aunque parezca muy pequeño, será el mismo Jesús quien pondrá el resto: entrará en nuestras vidas y las transformará en un instrumento de su amor para bien nuestro y de los demás.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alfredo García Rendón
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