Evangelio y Vida para el 4 de agosto de 2022
“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”
Jer 31, 31-34; Sal 50; Mt 16, 13-23.
En cierta medida debió desconcertar esta pregunta a los discípulos. Claro que sabían quién era Jesús, tenían conocimiento de su procedencia, sus enseñanzas, sus opciones radicales de vida. Mas no se trataba de una pregunta de conocimiento general, sino una que quería ir a la experiencia e intimidad, una que cuestionaba las propias opciones, lo radical o ligero del posicionamiento del hombre ante Jesús.
Igual que sucede con los primeros discípulos, esta pregunta se responde desde las circunstancias en las que estemos inmersos. Atañe a nuestras opciones, nuestro estilo de vida, nuestra compasión o indiferencia frente a dolor ajeno.
Hagamos un esfuerzo para responderla desde los grandes problemas sociales, políticos, de salud, ambientales… que nos toca vivir. Frente a la vida de nuestro mundo, que está amenazada a causa de la guerra, de la pandemia, del calentamiento global…
¿Qué significa Jesús para nuestra vida y qué implica llamarnos discípulos suyos?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Hilario Sarabia Granados, diácono permanente
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