“El Señor cuida de todos. Aleluya”.

Hech 6, 1-7; Sal 32; Jn 6, 16-21.

Una niña le platicaba a su mamá anécdotas escolares, mientras, la señora estaba preparando la comida; después de un rato la niña dice: ¡Escúchame, mamá! –Te estoy escuchando, le dijo. Entonces la pequeña precisó: Escúchame, también con los ojos.

En México hoy celebramos el día del niño. En sintonía con dicha celebración reconocemos que nuestra época se caracteriza por un despertar la conciencia social de que cada ser humano es valioso, único. Como cristianos ese valor tiene su raíz en ser hijos e hijas de Dios, hermanos de Jesucristo que dio su vida para salvarnos del pecado y de la muerte.

Los derechos de los niños y niñas están en consonancia con el proyecto de Jesús. ¡Qué buena forma de vivir la Pascua! Participar con otros en la defensa y cuidado de los más pequeños; procurado que los adultos les garanticemos: alimento, afecto, seguridad, protección, atención a la salud, educación, tiempo de juego.

El pasaje del Evangelio muestra a Jesús verdadero Dios –Yo soy–, fuente de paz –No teman–. Seamos sus discípulos misioneros entre los niños y niñas porque en ellos está la clave para entrar al Reino.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alicia Margarita Cortés C. HC