Una carta que me entregaron para ustedes
Hoy, 2022
Querido Hermano:
No espero de ti la perfección, porque te respeto tal y cual eres. Y no pretendo que no falles nunca, porque eres un ser humano, creado por mí.
No quiero saber todos tus secretos…
No pongo en duda tu fuerzas, porque se lo lejos que has llegado y los esfuerzos que has hecho para lograrlo.
Tampoco espero que lleves tú toda la carga de problemas y dolencias, porque yo estoy aquí para llevarla contigo.
No pido que seas lo máximo en inteligencia y que conozcas todas las respuestas, porque sé que tendrás tantas dudas como yo tuve. Solo te pido que me cuentes como amigo, cuando necesites apoyo en tus problemas o quieras sentirte animado y alegre, que me hagas socio en tus sueños y en tu futuro, como consuelo cuando necesites olvidar el mundo en el que estás viviendo y el que yo sé cuantas perturbaciones y peligros tiene.
Y te pido que nunca olvides, recuérdalo siempre, lo mucho que yo te quiero.
JESUS
Por Víctor Martell
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