La tentación de la corrupción llega a todas partes
Acabo de leer un artículo que me ha llamado la atención, porque por mucho tiempo hemos estado en contra de las corrupción que corroe nuestros países americanos y hemos denunciado a políticos corruptos que han destruido la economía de nuestros países condenándolos a ser nombrados como países de tercer mundo cuando por sus riquezas naturales debieran estar en los primeros lugares del mundo. El escrito en cuestión dice:
“El Papa Francisco ha emitido una nueva carta apostólica en forma de motu proprio con nuevas medidas anticorrupción para los directivos de la Curia”.
“Se prohíbe aceptar o solicitar, para sí mismo o para personas distintas del Ente en que se presta servicio, por razón o con ocasión del propio cargo, dádivas, regalos u otros bienes cuyo valor sea superior a cuarenta euros”. (Reglamento General de la Curia Romana Artículo 40, párrafo 1, n).
Me pareció genial este reglamento de la curia romana, ojala que este procedimiento se aplicara en todos los países y los nuevos presidentes americanos lo hicieran cumplir bajo la amenaza de ser llevados a los tribunales los que incumplan esta medida, porque en estos tiempos, es muy habitual que cuando un nuevo presidente toma posesión diga en su discurso inaugural o en sus campañas electorales que luchara contra la corrupción y luego….. Un silencio total.
Hay otras formas de corrupción pongamos un ejemplo: Un campesino con una parcela de tierra sin sembrar porque no tiene dinero con que comprar las semillas ni el abono y llega un señor y le dice: “Mire amigo aquí están mil dólares, yo le traigo la semilla y el abono para que me siembre esta amapola; si necesita ayuda yo le envío hombres a su mando.” El campesino no es bobo… él sabe que aquello es ilegal; pero… ¡en su vida había visto mil dólares! y la tentación le corroe el corazón.
Que diferencia si el gobierno hubiera llegado a ocuparse de este campesino dándole educación para sus hijos y comida mientras las semillas y el abono que ellos le proporcionaran no produce los frutos esperados. Ese campesino nunca se convertirá en un delincuente ayudando a los narcotraficantes, de ¿quién es la culpa? Del ignorante campesino que nunca había visto los mil dólares o de los gobernantes corruptos que solo piensan en llenar sus bolsillos y nunca en su pueblo, ni de los votantes que lo llevaron al poder.
Yo recuerdo hace muchos años recién llegado de Cuba, estaba sin trabajo y me llevaron a un banco en New York para que trabajara, el sueldo en aquel entonces era de 120 dólares a la semana, por aquella ventanilla pasaban normalmente un millón de dólares y yo pregunte: ¿Si yo me equivoco y doy algún dinero de mas, que pasa? Señor se le descuenta inmediatamente de su sueldo, por lo que respondí, gracias no me interesa y fui a trabajar a una factoría. A veces es mejor alejarse de las tentaciones porque fíjense están hasta en el Vaticano.
Es importante que hagamos fuerza en nuestros gobiernos para que cese inmediatamente esta corrupción que esta a todos los niveles, vamos a exigirles a nuestros políticos que sean honestos y cumplan lo que han pregonado en sus discursos, es importante que se voten leyes severas para que no se propague este mal que esta destruyendo las economías de nuestros países americanos y empobreciendo a las poblaciones, si lo acabamos, veremos el resurgimiento de una América fuerte ofreciendo nuestras riquezas en minerales, y productos comestibles al mundo entero sin restricciones veladas por compañías corruptas ofreciendo dinero a nuestros gobernantes.
Quieren ver una América Central y del Sur libre y económicamente fuerte que no tenga que pedirle nada al Norte: Que cese la corrupción en nuestros países y seremos ricos, porque Dios nos regalo un suelo bendecido.
Víctor Martell
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