El cambio sistémico exige prestar atención

John Freund, CM
29 abril, 2021

El cambio sistémico exige prestar atención

por | Abr 29, 2021 | Formación, John Freund, Reflexiones | 0 Comentarios

Género y religión

Hay cosas que vemos pero a las que no prestamos atención. A continuación, algunos aspectos destacados de un reciente estudio sobre la brecha de género en las religiones del mundo

Las listas habituales de los líderes religiosos más influyentes de la historia suelen ser predominantemente, si no exclusivamente, masculinas. Sin embargo, a menudo parece que las filas de los fieles están dominadas por las mujeres.

En todas las medidas estándar de compromiso religioso examinadas en el estudio, las mujeres cristianas son más religiosas que los hombres cristianos.

Por ejemplo, en Estados Unidos las mujeres son más propensas que los hombres a decir que

  • la religión es «muy importante» en sus vidas
  • rezan a diario y asisten a servicios religiosos al menos una vez a la semana1

Según los medios de comunicación, las mujeres superan tanto a los hombres en los bancos de muchas iglesias estadounidenses que algunos clérigos han cambiado la decoración, la música y los estilos de culto para intentar atraer a más hombres a sus congregaciones.

Cómo y por qué los hombres y las mujeres difieren en su compromiso religioso ha sido un tema de debate académico durante décadas.

Las mujeres en la Iglesia primitiva

Uno de los secretos mejor guardados del cristianismo es el enorme papel que desempeñaron las mujeres en la Iglesia primitiva.

Evangelios

Mateo, Marcos y Lucas constatan que un grupo importante de mujeres siguió a Jesús en su ministerio en Galilea. El evangelio de Lucas, en particular, se denomina a menudo el Evangelio de las mujeres, ya que tiene muchas referencias.

Está claro que estuvieron presentes en su ejecución —cuando los discípulos varones estaban notoriamente ausentes—. Sabemos que las mujeres fueron testigos importantes de su resurrección.

Las cartas de Pablo

Pablo, escribiendo antes de que se escribieran los Evangelios, habla de mujeres que eran líderes de «iglesias domésticas» (Apphia en Filemón 2; Prisca en I Corintios 16,19). Las mujeres ocupaban cargos y desempeñaban papeles importantes en el culto de grupo. Pablo, por ejemplo, saluda a una diaconisa llamada Febe (Romanos 16,1) y admite que las mujeres oran y profetizan durante el culto (I Corintios 11).

El libro de los Hechos de los Apóstoles

Como continuación del evangelio de Lucas, el libro de los Hechos de los Apóstoles está salpicado de historias de mujeres —comerciantes, empresarias, intelectuales, empleadas del hogar— son esenciales para que la Iglesia se entienda a sí misma en cualquier época o cultura.

Dos ejemplos rápidos:

Lidia de Tiatira (Hechos 16,14). Si hubiera habido un índice Forbes de las principales mujeres ejecutivas del imperio, Lidia habría ocupado un lugar destacado en la lista. Una vez que se convirtió a Cristo, puso su casa y sus considerables recursos a disposición de Pablo y su equipo ministerial, incluso después de que ellos fueran liberados de la prisión. De este modo, proporcionó una posición de liderazgo para la misión del apóstol, que se trasladó a Grecia y, finalmente, a toda Europa.

Damaris la Areopagita (Hechos 17,34). Al parecer, Damaris era muy conocida en el enrarecido ambiente de la academia y la alta cultura griegas.

Estas dos mujeres, líderes de la sociedad grecorromana, demostraron que el Evangelio llegó más allá de los pobres y los marginados y llegaba a todo el mundo, independientemente del sexo o la clase social. Además, habrían podido hablar de la verdad y ministrar en avenidas que estaban fuera de los límites de la mayoría de los creyentes de su tiempo.

Priscila (Hechos 18,1-28). En comparación con Damaris o Lidia, Priscila ocupaba un lugar relativamente modesto en la sociedad romana del siglo I.

Sin embargo, Priscila y Aquila siempre se mencionan juntas, lo que sugiere que eran socias por igual en la vida, los negocios y el ministerio. Ella desempeñó un papel activo en la formación de Apolos, preparándolo para ser un poderoso defensor del Evangelio en Éfeso, Acaya y más allá.

¿Conocías alguna de estas historias?

Pregunta para hoy

  • ¿Por qué no somos más conscientes del papel que desempeñaron estas mujeres en la iglesia primitiva?
  • ¿Conoces (personalmente) a alguna mujer cuya historia debería recibir mayor atención hoy en día?
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