Educación Vicenciana: Un compromiso, una pasión
[Provincias de España de las Hijas de la Caridad] Desde 1633, San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, en su afán por hacer avanzar a la sociedad del Siglo XVII y apasionados por la promoción de los Pobres, pensaron que sus hijas, las Hijas de la Caridad, debían dedicarse a instruir a niños y jóvenes.
Con el paso de los siglos, si San Vicente y Santa Luisa estuvieran aquí y abrieran la puerta de nuestros Colegios, (145 en las diferentes provincias de España), dirían que la utopía de su pensamiento se ha hecho historia.
Cuando las utopías se hacen historia es porque los seguidores se afanan en actualizar con fidelidad el núcleo, el origen del Carisma y lo hacen con sabiduría y habilidad tales, que consiguen adaptarse a las leyes, a los tiempos, a los cambios históricos sin perder esa pasión de los orígenes, que tenía la clarividencia y la certeza de que había que educar para promocionar a los pobres y para cambiar la sociedad del futuro.
Tal es así, que si ellos hoy hablaran de atención a los necesitados y excelencia lo harían con otras palabras: atención a la persona y esmero y cuidado en la enseñanza, alertas a nuevos métodos para que los alumnos fueran mejores personas y buenos ciudadanos.
Por eso la utopía se ha hecho historia: después de 382 años, seguimos abriendo la puerta a alumnos diversos y buscamos para ellos excelencia y calidad.
La escuela Vicenciana se presenta en el Siglo XXI como una propuesta de futuro, en la que la acogida, la integración, la convivencia y la solidaridad, son la base de un aprendizaje innovador que proporciona herramientas para que el alumno sea el protagonista de su aprendizaje, y todo enmarcado en los valores del Evangelio.
Nos apasiona pensar que atendemos a todos transformando el concepto de atención a la diversidad por el de “personalización del aprendizaje” priorizando la inclusión educativa, pasando de una educación centrada en el individuo que se integra a una concepción de centros que integran de forma diferenciada y eficaz a cada persona. Que favorecemos el desarrollo de comunidades aprendizaje mediante procesos de innovación, creatividad, emprendimiento y participación. Que promovemos la cohesión social, la ciudadanía activa, la apertura a la trascendencia y el diálogo interreligioso.
Todo un elenco de retos marcados por la insignia de la Escuela Vicenciana: “Saber más para servir mejor”.
Slogan que mejor expresa la excelencia y calidad Vicenciana, y nuestra aportación a la sociedad, al sistema educativo, a la Iglesia y a las personas.
Tomado de: http://filles-de-la-charite.org/
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