3º domingo de Cuaresma (reflexión)
En las lecturas por este domingo de cuaresma, Jesús realiza algo nuevo y notable. En ello hemos de fijarnos, sin recordar lo pasado.
Unos días después de convertir el agua en vino, —dando signo así de que está inaugurando una renovación radical, muy distinta de la que efectúan las purificaciones judías—, Jesús sube a Jerusalén. Allí, conforme a su misión renovadora, purifica el templo de la mancha de injusticia y codicia, si bien es menos severo con los que tienen a los pobres por clientela. Leen más aquí…
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