Mientras el sol abrasaba el condado de Nelson, Kentucky (EE.UU.), el 20 de junio —primer día del verano— las Hermanas de la Caridad de Nazaret trabajaban duro para ayudar a los residentes a resguardarse de la ola de calor. Conscientes del impacto del aumento de las temperaturas, las Hermanas organizaron un reparto de 500 cajas de ventiladores, financiado por una exitosa campaña de recaudación de fondos en línea del Kentucky Gives Day en mayo. Esta iniciativa puso de relieve el espíritu de comunidad y las innovadoras soluciones energéticas encabezadas por las Hermanas.

Palés de ventiladores en el jardín de la Casa Madre la mañana del 20 de junio, listos para el reparto de la tarde.

Los coches hicieron cola a lo largo de Main Drive y alrededor de Holy Family Circle en Nazaret durante toda la tarde mientras los voluntarios, el personal y las Hermanas repartían los ventiladores.

«Esto es una bendición —comentó un residente mientras colocaban un abanico en la caja de su camioneta—. Gracias por hacer esto». Muchos de los que pasaron por allí expresaron la misma gratitud mientras recogían sus ventiladores. «Este calor es terrible», dijo una mujer mientras aguardaba en la fila. «Cada granito de arena ayuda», dijo otro hombre.

Los voluntarios cargan los ventiladores en los vehículos a su paso por Holy Family Circle.

Jackulin Jesu, SCN, presidenta de la Congregación, estaba fuera el jueves ayudando a los voluntarios a distribuir los abanicos. «Puedes ver la sonrisa en sus caras, y eso en sí mismo da mucha alegría», dijo.

Destacó la necesidad que se veía a medida que iban llegando los residentes.

«He oído que no tienen aire acondicionado en el coche ni en la casa», dijo la hermana Jacky mientras cargaba ventiladores en maleteros y asientos traseros. Algunos residentes intentaban atender sus propias necesidades, mientras que otros ayudaban a sus vecinos o abuelos a sobrellevar el calor.

Una mujer utilizaba papeles para abanicar a un niño pequeño en su regazo, intentando mantenerlo fresco mientras esperaban.

«Vivimos en una caravana de tres habitaciones y tenemos que tener algo —dijo—. No tenemos aire acondicionado en el coche. En casa, nuestro aire acondicionado del salón dejó de funcionar».

Una voluntaria recoge el ticket de un residente mientras se prepara para recibir la caja con un ventilador gratuito.

El calor del verano en Kentucky supera a menudo los 30º centígrados, con índices de calor que alcanzan con frecuencia los 35 o más. El día del sorteo, las temperaturas alcanzaron los 34°, uno de los días más frescos de la semana. Según las autoridades sanitarias, este calor extremo plantea riesgos importantes, especialmente para los grupos de población vulnerables, como los ancianos, los niños y las personas con enfermedades preexistentes.

Melissa Phillips, oficial de relaciones públicas del Departamento de Salud del Distrito de Lincoln Trail, dijo que para ayudar a mitigar los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor, se aconseja a los residentes evitar estar al aire libre durante las horas más calurosas del día, usar ropa suelta y de colores claros, y mantenerse hidratado, preferiblemente con agua.

«Se insta a la gente a comprobar cómo se encuentran las personas que no tienen aire acondicionado, en particular los ancianos y las personas con discapacidad», dijo, y a no dejar nunca a niños o mascotas en un vehículo, ni siquiera con las ventanillas abiertas. «Si una persona no tiene acceso al aire acondicionado, hay lugares públicos disponibles durante las horas diurnas: bibliotecas, centros comerciales, etc. Les aconsejo que averigüen también si su comunidad dispone de un centro de refrigeración local».

En medio de estas altas temperaturas, las Hermanas de la Caridad de Nazaret identificaron una necesidad acuciante de soluciones de refrigeración asequibles y seleccionaron una campaña de recogida de ventiladores como su proyecto para la campaña Kentucky Gives Day del 7 de mayo. Gracias a los más de 10.500 dólares recaudados durante la campaña, las Hermanas pudieron comprar los ventiladores a precio de coste, para regalarlos.

Stephaine Lamar, directora de desarrollo de Nazareth, reconoció la generosidad de donantes nuevos y antiguos por hacer posible el regalo.

«La gente está dispuesta a ayudar; sólo tienen que tener una causa que apoyar», dijo Lamar. «Esta es una de esas causas que todo el mundo puede apoyar… Todo el mundo necesita bienestar en verano. Estamos muy agradecidas a los donantes que nos han ayudado».

La mayoría de los ventiladores se distribuyeron durante el evento en el Campus de la Casa Madre de Nazaret, aunque algunos se reservaron para ser entregados a los residentes confinados en casa identificados a través de recursos de la comunidad.

Una pila de cajas de ventiladores lista para su distribución en Nazaret el 20 de junio.

Sor Jacky dijo que el trabajo de las Hermanas se hace en el espíritu de la Madre Catalina Spalding, su fundadora, que era conocida por responder a las necesidades de los vulnerables.

«Su consigna era responder a la necesidad que tienes delante», dijo la hermana Jacky. «Realmente tenemos que responder a las necesidades de la época. La temperatura está cambiando debido a la crisis climática a la que se enfrenta el mundo, y este es el resultado de ello».

La esperanza era que los ventiladores no sólo ayudaran a proporcionar un alivio inmediato a los residentes, sino que también ahorraran energía. Las Hermanas son guardianas del cuidado de la Tierra y promotoras de la sostenibilidad ecológica.

El aire acondicionado, aunque eficaz, no siempre es práctico o asequible para todos. Según el Departamento de Energía de EE.UU., los ventiladores de caja son una alternativa más eficiente desde el punto de vista energético, ya que consumen un 90% menos de energía que los sistemas centrales de aire acondicionado. Pueden ser especialmente eficaces para mejorar la ventilación natural o junto con un aire acondicionado para hacer circular el aire frío de forma más eficiente. Para muchos hogares, la reducción del consumo de energía se traduce en facturas más bajas, lo que supone un alivio económico a largo plazo.

La campaña de donación de ventiladores es un magnífico ejemplo de compasión comunitaria en acción. Aprovechando los fondos de la campaña en línea Kentucky Gives Day, las Hermanas —y los generosos donantes— atendieron una necesidad de la comunidad de forma sencilla. El éxito de esta iniciativa nos recuerda que, juntos, podemos capear cualquier temporal —u ola de calor— que se nos ponga por delante.

Kacie Emmerson
Fuente: https://nazareth.org/