En el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, educadores ngäbe y un sacerdote de la Congregación de la Misión representaron el sentir de toda la Familia Vicentina, seguidores del carisma de san Vicente de Paúl. Destacaron los desafíos de vivir «entre dos mundos» y abogaron por un futuro donde se valoren y respeten los conocimientos y prácticas tradicionales indígenas. Se enfocaron en la autodeterminación, especialmente en mantener la relación con la tierra y los ecosistemas ante diversas amenazas. El tema central fue mejorar el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación, resaltando las voces de la juventud indígena. Participaron en eventos fuera de la ONU, colaborando con congregaciones religiosas y grupos eclesiales ecológicos, para promover los derechos indígenas y proteger el medio ambiente. Estas acciones reflejan las enseñanzas del papa Francisco en Laudato Si’, donde destaca que la tierra es un don sagrado que requiere interacción para mantener la identidad y valores indígenas, siendo ellos los mejores cuidadores de sus territorios.

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