¿Qué se debe hacer? Una respuesta que transformó 10,000 vidas
De la Alianza Famvin con las personas sin hogar.
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Imagínese si San Vicente de Paúl estuviera hoy con nosotros. ¿Qué haría en un mundo todavía desgarrado por las guerras, donde miles de millones de personas buscan un hogar?
Frente a los desafíos contemporáneos, San Vicente de Paúl podría encontrar consuelo en la unidad de la Familia Vicentina incansablemente al servicio de los más pobres en muchas partes del mundo. Una Familia que dio origen a una iniciativa Vicentina global en el 2017, la Alianza Famvin con las personas sin Hogar, respondiendo al llamado de Jesús: “Fui forastero y me acogisteis” (Mateo 25, 35).
La primera conferencia en Roma en el 2018 contó con la participación de vicentinos y vicentinas que se reunieron para compartir sus conocimientos sobre las personas sin hogar en situación de calle. Inspirados por el servicio de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, en tiempos de guerra y hambruna y siguiendo la cuestión Vicentina, nos preguntamos: “¿Qué hay que hacer?”. Así nació la Campaña “13 Casas”, destinada a apoyar todas las formas de sinhogarismo en todo el mundo.
Han pasado cinco años desde el primer proyecto ‘Jerico Way’ en Estados Unidos, cuyo primer residente, Vincent, dijo:
“El Proyecto “13 Casas” llegó en el momento adecuado. Cuando me entregaron las llaves me di cuenta de que esto no era un sueño. La gente decía: estamos aquí para ayudarle”.
Hasta la fecha, la Campaña cuenta con 103 proyectos en 65 países para un total de 2,446 casas entregadas. Ciertamente, los números hablan de su desarrollo, pero ¿qué pasos dieron forma a la Campaña? ¿Qué historias y voces han construido y tejido su tela?
Como un rompecabezas que se une con muchas piezas, hoy estamos orgullosos de decir que, gracias a los esfuerzos combinados de la Familia Vicentina, la Campaña “13 Casas” ha logrado ayudar a 10,000 personas sin hogar en todos los continentes. El camino para llegar hasta aquí sin duda ha estado lleno de desafíos, pero también de esperanza y alegría en el servicio compartido.
Durante la Pandemia de COVID-19 en el 2019, la Familia Vicentina demostró su espíritu de iniciativa, repensando sus servicios y extendiendo ayuda (incluidos alimentos, apoyo financiero y equipo de protección) a personas sin hogar y trabajadores de primera línea. Esta unidad y colaboración también respondieron rápidamente a una serie de otras emergencias, como la explosión en Líbano (2020), el tifón Odette en Filipinas (2021), la guerra en Tigray (2020) y la invasión de Ucrania (2022).
La Familia Vicentina mostró su adaptabilidad y comprensión de varios aspectos del sinhogarismo. En Sevilla en el 2022, nos centramos especialmente en el tema de las personas refugiadas, desplazadas internas y víctimas de la trata de personas, reconociendo que el viaje no concluye al llegar a un país anfitrión, sino que requiere apoyo y compañía continuos.
Luego, en noviembre del 2022, en la VI Jornada Mundial de los Pobres, con el llamamiento del Papa Francisco, la Familia Vicentina respondió a su llamado, llegando a personas necesitadas en más países. La bendición del ‘Refugio’ estatua que representa una paloma poniendo una manta sobre una persona sin hogar, en esa misma ocasión es un estímulo gratificante para que continúe el impacto de la Campaña “13 Casas”.
Hoy, 10,000 personas ayudadas es una cifra que representa historias de éxito y voces que se funden en un corazón que late al unísono. La pregunta Vicentina de “¿Qué hay que hacer?” persiste y nos insta a reflexionar y hacer más en un mundo donde el derecho a un hogar aún no es universal. Los nuevos desafíos –incluidas las guerras recientes y el cambio climático– pueden desanimarnos dada su magnitud, pero también nos recuerdan la necesidad de responder con urgencia y darnos la fuerza para seguir sirviendo a los más pobres. El Papa Francisco, durante la séptima jornada de los Pobres, nos advierte que no nos olvidemos del mundo real y que no apartemos la cara de nadie que tenga necesidad.
Estamos decididos a continuar nuestra misión de transformar las vidas de más personas sin hogar. Nuestro objetivo es llegar a ellos en todos los países donde hay presencia vicentina. Con la colaboración de los miembros de la Familia Vicentina que están activos allí, sabemos que podemos lograrlo.
Anna Mosca
Oficial de programa en FHA
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