Niños abandonados vagando por las calles de Port Harcourt

El Centre de Marillac (Esperanza para los niños de la calle) se encuentra en Port Harcourt, capital del estado de Rivers (Nigeria).

Lo dirigen las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que viven entre los más pobres del barrio de Diobu.

«Aunque el auge de la industria petrolera es una ganancia financiera para el gobierno del estado, los desastres naturales, la mala gestión y la corrupción impiden que el estado se desarrolle rápidamente y luche contra la pobreza con eficacia.» – Sor Josephine

Cada vez más personas se hunden en una gran miseria: la industrialización es desigual, la urbanización rápida y no planificada. Los vertidos de petróleo al mar han perjudicado la pesca y otras actividades agrícolas. La pobreza, el analfabetismo, la falta de acceso a la justicia y los deficientes servicios sociales contribuyen a la desintegración familiar. Víctimas de la violencia doméstica, la drogadicción y el desempleo de los padres, la pobreza y la falta de educación, muchos niños abandonan sus hogares para vivir en la calle.

«Algunas familias entregan a sus hijos como sirvientes domésticos en las ciudades, otras abusan de ellos. Muchos son víctimas de abusos sexuales«.

«Algunos niños nacen en la calle de padres mendigos, y estos niños dan a luz a otros niños, todavía en la calle. Cuando los padres mueren, los niños huérfanos se ven obligados a recurrir a la calle para sobrevivir. Algunos no son aceptados por sus padrastros y madrastras. Otros son llevados a la ciudad por traficantes que les prometen una vida mejor«.

Estos niños sobreviven haciendo todo tipo de labores de la mañana a la noche sin comer nada: vendiendo agua pura, barriendo y recogiendo la basura en los mercados, haciendo de porteros en mercados y aparcamientos, vendiendo a escondidas en las calles y mercados, llevando agua jabonosa y cepillos para limpiar los parabrisas de los coches.

«Cuando no están comiendo en los vertederos, asisten a fiestas sin invitación en las ciudades y se comen las sobras de los platos de los invitados. Pasan la noche bajo los puentes, algunos se instalan en los túneles de las autopistas, otros duermen en aparcamientos y plazas de mercado. Algunos roban carteras, teléfonos y bolsos».

«También mendigan comida y, por supuesto, la prostitución de las adolescentes es habitual, todo para conseguir dinero».

Fuente: projets-rosalie.com

Proyecto: Ayuda alimentaria, atención sanitaria y escolarización para los niños atendidos por las hermanas en el centro MARILLAC.

El centro acoge a 95 niños (70 niños y 25 niñas) de la calle.

Source: projets-rosalie.com

«Trabajamos para garantizar que estos niños de la calle puedan pasar del frío de una existencia precaria en las calles al calor de una existencia segura, bajo el cuidado de adultos responsables en el Centro, o con un familiar bajo la supervisión o apoyo del Centro. Algunos niños se han reintegrado en sus familias, pero siguen acudiendo al centro para recibir alimentos y escolarización. Otros «transeúntes» vienen al centro todos los días para comer, descansar y luego volver a la calle«.

«Recibimos a los niños sobre todo en enero y septiembre, cuando pueden matricularse en la escuela o en un centro de formación profesional. Nos hacemos cargo de las tasas escolares, los uniformes y el material didáctico».

Fuente: projets-rosalie.com

«En cuanto a la nutrición, reciben una comida tres veces al día, así como fruta para una dieta equilibrada».

«De vez en cuando, algunos niños enferman, otros tienen heridas que requieren primeros auxilios y atención sanitaria (visita al médico, hospitalización, medicación)»

El centro se esfuerza por poner en marcha actividades generadoras de ingresos para financiar las necesidades del centro (venta de bloques de hielo, peluquería).

«Los niños también han aprendido a fabricar jabón líquido, desinfectante de manos y vaselina. Producen para nuestro uso doméstico y a veces venden estos productos a visitantes deseosos de ser útiles».

«Hacemos actividades de divulgación en mercados, iglesias y a particulares y organizaciones que a veces visitan el centro para traernos comida y hacer donaciones en metálico cuando pueden»

Pero dado el número de niños acogidos, el alto nivel de inflación y la pobreza de Nigeria, los ingresos nunca serán suficientes.

«Gracias a su contribución, podremos seguir protegiéndolos, supervisándolos y atendiendo sus necesidades».

Muchas gracias por apoyarnos.

Fuente: projets-rosalie.com