Migración y personas sin hogar en un clima en cambio
Migración y personas sin hogar
Migración y sinhogarismo están interrelacionados y se solapan de muchas maneras. Factores como el idioma, la situación legal, la falta de redes sociales, la dificultad para acceder a los servicios y los prejuicios hacen que los inmigrantes corran un mayor riesgo de quedarse sin hogar.
La falta de hogar puede tener un impacto negativo en la salud de los inmigrantes, que pueden enfrentarse a problemas de salud física y mental, abusos y estigmatización. Para paliar el riesgo de quedarse sin hogar, los migrantes pueden tener que depender de redes informales, trasladarse con frecuencia o permanecer en viviendas inadecuadas o superpobladas.
Migración y cambio climático
La migración climática es el movimiento de personas debido a los impactos del cambio climático y la migración puede ser impulsada por un clima cambiante de varias maneras. Los principales factores son la subida del nivel del mar, como en Bangladesh y las Maldivas, y los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones, tormentas e incendios forestales. Los cambios medioambientales a largo plazo, como la desertificación, la degradación del suelo, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad, también pueden provocar migraciones.
No obstante, esta migración no siempre es negativa. Cuando la gente emigra, puede tener la oportunidad de acceder a mejores servicios y diversificar sus ingresos. La migración también puede contribuir a mitigar el cambio climático, reduciendo la presión sobre los recursos naturales, transfiriendo competencias y aumentando la concienciación y la sensibilización. Por lo tanto, la migración puede ser tanto un reto como una oportunidad.
Las organizaciones que trabajan en el ámbito de la migración climática se enfrentan a numerosos retos. La falta de datos y evidencias, las lagunas jurídicas y políticas y la escasez de recursos pueden dificultar la asistencia a los migrantes climáticos. Sin embargo, pueden aplicarse políticas para reducir el riesgo de que los migrantes se queden sin hogar. Las políticas de prevención pueden reducir la necesidad de que las personas emigren al mejorar su resiliencia y adaptación al cambio climático. Las políticas de apoyo garantizan que las personas puedan migrar de forma segura, proporcionándoles información, asistencia y protección. Por su parte, las políticas de integración garantizan que los migrantes y sus comunidades de acogida puedan coexistir pacíficamente y beneficiarse mutuamente.
Proyectos vicencianos innovadores de apoyo a los migrantes en todo el mundo
Hay muchos proyectos en todo el mundo que ayudan a los migrantes, como la Campaña 13 Casas de la Alianza FamiVin en favor de las personas sin techo, que mejora y transforma la vida de 10.000 personas sin hogar en todo el mundo. En Sevilla, el Alma Vicenciana es un proyecto de 13 Casas que ofrece alojamiento, comida, asistencia jurídica y formación laboral a inmigrantes y refugiados. Dirigido por la Familia Vicenciana, el proyecto se centra especialmente en ayudar a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad.
En otros lugares, la Campaña 13 Casas apoya a los inmigrantes a través del proyecto Pisos de Acogida en Asturias (España). Este innovador proyecto ofrece alojamiento temporal y orientación a inmigrantes que buscan regularizar su situación legal y encontrar empleo.
Hay varios proyectos de la Campaña 13 Casas cuyo objetivo específico es prevenir y reducir la falta de vivienda de los inmigrantes afectados por el cambio climático. Un ejemplo es la Iniciativa de Viviendas Socializadas de Papúa Nueva Guinea, que construye casas de bajo coste y resistentes a los desastres para familias que viven en asentamientos informales vulnerables a inundaciones y corrimientos de tierra.
Iniciativas locales que complementan las políticas
Para apoyar a los migrantes, especialmente a los que emigran debido al cambio climático, es necesario que las políticas nacionales y regionales integrales complementen las iniciativas locales. Los proyectos deben aliviar el riesgo de que los migrantes afectados por el cambio climático se queden sin hogar y adaptar las soluciones a las necesidades locales. La migración debe entenderse como un viaje, una aventura de incertidumbres y esperanzas.
Recordemos que los migrantes merecen ser vistos como lo que son: personas que emprenden viajes para ayudarles a desarrollar todo su potencial. Si vemos la migración como una oportunidad, nuestras sociedades aprovecharán sus posibilidades y bendiciones.
Yasmine Cajuste,
Directora de Desarrollo de Proyectos,
Alianza FamiVin en favor de las personas sin techo
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