“Señor, muéstranos tu favor y sálvanos”

Is 63, 16-17.19, 64, 2-7; Sal 79; 1 Cor 1, 3-9; Mc 13, 33-37.

El primer domingo de adviento comienza un nuevo año litúrgico; la Iglesia inicia su preparación para la llegada de nuestro Señor Jesucristo que viene a renovar el amor en nuestros corazones.

En el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, el año comienza no el primero de enero, sino el primer domingo de adviento. Y el adviento inicia cuatro domingos antes de la Navidad y termina en Nochebuena.

Recordamos en este tiempo la venida histórica de nuestro Señor Jesucristo; colocando el nacimiento en nuestros hogares, nos preparamos para recibirlo y que vuelva a nacer en nuestros corazones a través de la escucha de su palabra, acudiendo a la reconciliación familias ese amor que Jesús nos trae y que inflama nuestras vidas.

Durante el adviento nos preparamos para la venida de Cristo en Navidad, pero también recordamos que Cristo prometió volver.

Señor, concédenos tu gracia para que nuestro corazón sea tierra fecunda, donde la buena semilla dé frutos en abundancia. Santa Familia de Nazaret, haz de nuestras familias auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Grupo de fieles laicos de la Rectoría La Sagrada Familia, Chihuahua, México.