Novena a la Virgen Milagrosa 2023: día 9
Oración:
Padre misericordioso, que has dado a la humanidad el signo portentoso de la maternidad divina de María, por el cual nos vino Cristo nuestro Salvador, Te rogamos que junto a ella podamos caminar en este mundo construyendo espacios de justicia y paz que evidencien el Reino de Dios en medio de nuestros hermanos que más sufren.
Por eso Padre amoroso, llenos de esa confianza renovada, que María nos enseñó, nos presentamos ante Ti sedientos y necesitados de tu Palabra, para que al meditarla día a día en esta novena, podamos abrir nuestro corazón a la gracia de la conversión, y que, siendo discípulos y misioneros de Cristo y de María, podamos anunciar gozosos la Medalla Milagrosa como signo profético para nuestros días.
Padrenuestro.
Gloria.
Oración a la Virgen María:
Madre, maestra y misionera. La fe que te iluminó y la Palabra en que creíste nos acompañe en esta novena que dirigimos en tu honor bajo la advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que todos reunidos en torno a tu Hijo podamos recuperar la frescura del Evangelio y anunciar con gozo la esperanza a un mundo dividido por las discordias.
Tus rayos nos infunden la seguridad, que nuestra historia esta confiada a la misericordia de Dios que nos ama y que nos ilumina constantemente en las noches oscuras y dolorosas de nuestra vida, hoy más que nunca gritamos al cielo implorando un nuevo renacer, que tú nos ayudes a germinar en nuestros corazones la palabra de Nuestro Señor y a anunciarlo vivo y resucitado entre nuestros hermanos. Amén.
Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti. Dios te salve María…
Gozos:
Respuesta: puede ser el estribillo de una canción o la jaculatoria (Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que acudimos a ti).
Madre Milagrosa, de ternura y compasión
que haciendo historia de salvación
vas caminando siempre con tu pueblo
que a ti clama en la aflicción.
En mil ochocientos treinta,
en Francia, Calle del Bac,
auna pobre novicia,
la virgen santa se apareció.
Eran vísperas de San Vicente,
noche silenciosa de julio,
cuando la Madre dejó su trono
y en una pequeña capilla se presentó.
Siendo la media noche
un Ángel se apareció
para darle un anuncio
de parte de la Madre de Dios.
Las luces se iban prendiendo,
las puertas se iban abriendo
y al llegar a la capilla la hermana ansiosa la esperó.
La voz del cielo anunciaba
que la madre llegó.
La sede sacerdotal
con humildad ella ocupó.
La hermana Catalina
sus manos colocó
en las piernas de la Madre
y misión ella le encomendó.
En una mañana de noviembre
los sentidos no lo percibieron
pero un corazón atento
nuevamente a la Madre observó;
las insignias de la medalla
que Catalina vio, se han convertido
en fuente de milagro y amor.
“Haz acuñar una medalla”,
la Virgen le pidió
para ser portada por los fieles
con gran devoción.
Madre Santa, tu gran Medalla
es emblema de tu amor,
hoy nosotros la portamos
en señal de filiación.
Sea por Jesús, sea por María,
sea por el ejemplo de los santos que nos guían.
Y que por la Medalla Milagrosa
alcancemos la gracia de convertir
nuestros dolores en alegrías.
NOVENO DÍA
Novena estación: Sin cruz no hay Resurrección.
Producto: hortalizas, legumbres, frutas, tubérculos, plátanos, etc.
Signo: La Cruz
Varias imágenes que representen el sacrificio y la entrega.
Comentario inicial: En este último día de la novena, nos encontramos con la Cruz, al final del viaje misionero de Jesús, sube al Gólgota para entregar su vida para el rescate de la humanidad y allí también está la Virgen María, fijando su mirada en la cruz donde está su Divino Hijo, allí María recibe el encargo más grande que le confiere nuestro Salvador, ser la madre de la Iglesia naciente. Terminar la novena con la cruz, nos recuerda que es el paso necesario para llegar a la gloria.
Lectura del Texto Bíblico: San Juan 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Reflexión:
El reverso de la medalla tiene una cruz que está en el centro, indica el modo seguro de llegar al Padre, aceptando la cruz, que implica asumir la misión de Jesús hasta las últimas consecuencias. La Virgen María nos habla con la certeza de saber que, aunque las dificultades y las tormentas arrecian con toda su fuerza, la Esperanza es la que siempre tiene la última palabra.
Jesús es esa esperanza, aquella que nos enseña siempre que Dios tiene la última palabra en los asuntos del mundo, que el mal nunca sale vencedor y que, en los momentos de mayor crisis, Dios manifiesta al mundo el comienzo de una nueva oportunidad.
La Medalla Milagrosa, es llamada el Evangelio de los pobres, porque su lenguaje cercano es síntesis del mensaje de Jesús, ella tiene un bello compendio de signos que nos indican que Dios nunca nos ha dejado solos, caminamos seguros hacía el cielo, no porque llevemos la Medalla Milagrosa en nuestro pecho, sino porque hemos recorrido un camino lleno de esperanza y amor, comprometidos con la transformación social de nuestros hermanos y hermanas.
Hoy caminamos alegres para volver al lugar donde iniciaron las apariciones en Francia hace 193 años, cada vez más nos acercamos al Bicentenario de aquella fiesta dichosa donde María nos dio el más bello regalo.
Actividad en grupo:
- ¿Qué aprendemos de la vida de santa Catalina Labouré?
- ¿Qué compromisos tenemos al terminar esta novena?
- ¿Qué otras enseñanzas podemos transmitir a través de la Medalla Milagrosa que nos permita ser profetas en nuestros días?
Invitamos a los integrantes de la comunidad a contar alguna historia o testimonio en relación a su encuentro con Dios y la Virgen a través de la Medalla Milagrosa.
Oración final:
Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa, que te manifestaste a Santa Catalina Labouré como mediadora de todas las gracias, atiende a mi plegaria.
En tus manos maternales dejo todos mis intereses espirituales y temporales, y te confío en particular la gracia que me atrevo a implorar de tu bondad, para que la encomiendes a tu divino Hijo y le ruegues concedérmela, si es conforme a su voluntad y ha de ser para bien de mi alma.
Eleva tus manos al Señor y vuélvelas luego hacia mí, Virgen poderosa; envuélveme en los rayos de tu gracia, para que a la luz y al calor de esos rayos me vaya desapegando de las cosas terrenas y pueda marchar con gozo en tu seguimiento, hasta el día en que bondadosa me acojas a las puertas del cielo. Amén.
Descarga la Novena completa pulsando sobre la siguiente imagen:
Fuente: https://www.corazondepaul.org/
Hace dos años estuve hospitalizada e intubada por covid. a pesar de estar sedada, durante las dos semanas internada al mirar al techo, veía una imagen de la Virgen de la MM. (Aclaro: No quiero decir se me apareció) Se que pudo ser alucinación o sueño, pero es lo que más recuerdo de mi estancia en el hospital. Y el que a diario una enfermera me rezara el rosario. Al salir con vida. Mi fam. y yo lo vemos como un milagro. Si bien siempre he sentido un gran e inmenso amor por nuestra Madre Sma. Desde entonces aumentó en mi especialmente en esta advocación de la MM.