Evangelio y Vida para el 5 de noviembre de 2023
«No imitéis la conducta de los letrados y fariseos»
Mal 1, 14-2, 2. 8-10; Sal 130; 1 Tes 2, 7-9. 13; Mt 23, 1-12.
Jesús, en este pasaje, al igual que lo hizo en aquel tiempo con la multitud y sus discípulos, hoy nos sigue invitando a vivirnos desde el silencio y la sencillez cuando nos dispongamos a ayudar a los demás, con la certeza de que Dios ve en lo secreto de nuestro corazón. Nos hace un atento llamado a no imitar a los letrados y fariseos, quienes son especialistas en ocupar los primeros puestos y en cumplir la ley, pero solo como medio para que la gente los vea, les aplauda y les llame maestros, mientras que, al mismo tiempo, su decir y su hacer no van de la mano.
Quizás, al escuchar esta invectiva, pueda yo pensar que la crítica recae en “otros” y que no es para mí; por eso la importancia y necesidad de mirar en mi interior, con humildad y sinceridad, para preguntarme: ¿Cuáles son mis motivaciones para trabajar por el Reino? ¿Por qué lo hago?
¿Cuáles son mis acciones y actitudes cuando me dispongo a servir? ¿Es callado mi servicio o lo anuncio con bombo y platillo?
Jesús habla sobre cómo se debe trabajar por el Reino, sin imponer cargas, con coherencia, sin buscar protagonismos, ni títulos, sino con humildad.
¿Cómo se concreta hoy la humildad en mi vida?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Raquel Estrada Díaz, laica colaboradora de la parroquia de La Medalla Milagrosa de Puebla, México.
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