Casi todo el mundo ha visto alguna vez una bandada de gansos volando en su característica formación en V. Son un espectáculo de gran belleza.

Son una maravilla a la vista… si se pueden superar sus efectos negativos a baja altitud.

A algunos les molestan sus excrementos en el césped o en los campos de golf. Otros, sobre todo los pilotos, las consideran un peligro para la vida cuando son aspiradas por las turbinas de los aviones.

Sin embargo, ¡los pilotos de caza sí han aprendido de ellas!

¿Hay algo que podamos aprender de ellas sobre la comunidad eclesial?

Por qué los gansos vuelan en formación

Los científicos han determinado que la formación en V que utilizan los gansos al migrar tiene dos propósitos importantes:

En primer lugar, conserva su energía. Cada ave vuela ligeramente por encima del ave que tiene delante, lo que reduce la resistencia al viento. Las aves se turnan para ir delante y retroceden cuando se cansan. De este modo, los gansos pueden volar durante mucho tiempo antes de tener que parar a descansar.

La segunda ventaja de la formación en V es que resulta fácil seguir a todas las aves del grupo. Volar en formación puede ayudar a la comunicación y coordinación dentro del grupo.

Los pilotos de caza suelen utilizar esta formación por las mismas razones.

Hechos y posibles lecciones

Hecho 1: Cuando cada pájaro bate sus alas, crea una elevación para el pájaro que le sigue. Volando en formación de «V», toda la bandada añade un 71% más de autonomía de vuelo que si el ave volara sola.

Lección: Las personas que comparten una dirección común y un sentido de comunidad pueden llegar a su destino con mayor rapidez y facilidad.

Hecho 2: Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente de repente el arrastre y la resistencia de intentar volar solo y vuelve rápidamente a la formación para aprovechar la fuerza de sustentación del ave inmediatamente anterior.

Lección: Si tenemos tanto sentido común como los gansos, permaneceremos en formación con aquellos que se dirigen hacia donde queremos ir, y estaremos dispuestos a aceptar su ayuda así como a dar la nuestra a los demás.

Hecho 3: Cuando el ganso que va en cabeza se cansa, vuelve a la formación y otro ganso ocupa la posición de cabeza.

Lección: Vale la pena turnarse para hacer las tareas difíciles y compartir el liderazgo. Si tenemos tanto sentido común como un ganso, recordaremos que somos interdependientes los unos de los otros.

Hecho 4: Los gansos en formación graznan desde atrás para animar a los de delante a mantener la velocidad.

Lección: debemos asegurarnos de que nuestros «bocinazos» desde detrás sean alentadores.

Hecho 5: Cuando un ganso enferma, resulta herido o es abatido, dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan con él hasta que puede volver a volar o muere. Entonces se vuelven a poner en marcha con otra formación o alcanzan a la bandada.

Lección: Si tenemos tanto sentido común como un ganso, nosotros también nos apoyaremos en los momentos difíciles, así como cuando seamos fuertes.

Hecho 6: Los gansos en formación tocan la bocina desde atrás para animar a los de delante a mantener la velocidad.

Fact 6: The geese in formation honk from behind to encourage those in front to keep up their speed.

Lesson: We need to make sure our honking from behind is encouraging.

En este enlace hay un a versión en vídeo. de algunas de las lecciones. Por supuesto, toda analogía tiene puntos débiles.

Conexión con el papa Francisco

• ¿Ves alguna conexión con la forma en que los primeros cristianos escuchaban al Espíritu?
• ¿Es ésta otra manera de ver la llamada del papa Francisco a que cada uno escuche al Espíritu y a los demás?

Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk