“Una mediación de la caridad”

Dt 34, 1-12; Sal 65; Mt 18, 15-20.

El evangelio de hoy contiene dos secciones en relación mutua. La primera contempla la relación comunitaria del pecador mediante la corrección fraterna, por desgracia el pecado es una desgracia siempre presente en la comunidad cristiana. Pues no es la iglesia una asamblea angelical de seres impecables, si no de hombres y mujeres que en medio de limitaciones y flaquezas humanas caminan como hermanos hacia Dios.

Una de las mediaciones de la caridad es la corrección fraterna, pues si su objetivo es la recuperación del hermano, el amor fraterno es su raíz, que es el alma de la convivencia eclesial. No hurtamos la corrección del hermano por comodidad. Aunque sería peor todavía si además de abstenernos, murmuramos a sus espaldas o le echamos en cara su defecto con tono ofensivo. Todo esto sería prueba evidente de que no lo amamos; porque, en definitiva, la corrección fraterna es fácil cuando existe el amor y muy difícil por no decir imposible, cuando el amor está ausente.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.