Cuatro niños colombianos
Mi colega y hermano Alejandro Calero Dávila me envió esta nota, sabedor que siempre me han interesado los casos de este tipo. Como aprecio que es una historia conmovedora, quise traerlas a ustedes, para que una vez más, entiendan que aun hoy, siguen aconteciendo “milagros”.
Estos niños colombianos de 13, 9, 4 y un año de edad, todos hermanos, son originarios de una comunidad indígena denominada Muinane, de Puerto Sábalo, población escondida en el sur del país colombiano, terreno pantanoso y cubierto de maleza, ente el departamento de Amazonas y Caquetá, por donde cruza el rio Cahuinari. Solo se puede llegar por los serpenteantes ríos o por aire, son tierras casi inaccesibles.
Quizás algunos de ustedes hayan escuchado esta noticia por la prensa o por medio de las conversaciones que se han producido después de este hecho conmovedor que llevo a los cuatro hermanitos a vivir la experiencia más grane de sus vidas. Quizás se crea que la caída de la aeronave fue lo peor que les sucedió, sin embargo, eso no es cierto. La tragedia más grande para esta familia fue salir huyendo de sus tierras ancestrales por amenazas de muerte al padre de los niños por parte de la ultima fuerza ilegal armada en Colombia, debido a que le exigían cobro de impuesto de guerra al jefe de la familia, así como el intento de secuestro de los cuatro menores para convertirlos en delincuentes armados por parte de la misma organización criminal, según lo que el padre de los niños manifestó.
El primero en abandonar la tierra fue el jefe de familia, por tener sentencia de muerte. Cuando él estaba asentado, envió por el resto de su familia. El 1 de Mayo, la madre y sus hijos abandonaron la pequeña aeronave sin imaginar que sería el inicio de otra terrible tragedia. La nave cayó en una región no explorada todavía, una de las mas tupidas y agrestes del continente americano, de arboles de hasta 40 metros de altura; es una selva virgen, bien oscura, con frio intenso, zancudos (mosquitos) y humedad del terreno. Aquí es hogar del jaguar, de la anaconda, donde es imposible realizar un rescate o sobrevivir cuarenta días, sobre todo cuando se trata de niños, entre ellos un bebe.
En el accidente murieron las tres personas adultas, incluyendo a la madre de los niños; pero increíblemente, después de ver la fotografía de la nave y por la forma en que se estrello contra el suelo, es difícil imaginar que los cuatro pequeños salieran ilesos del accidente aéreo.
Un pasajero llevaba como carga un alimento que denomina “fariña”. Según los entendidos en esta materia, fariña es harina de yuca, un alimento ancestral de los pueblos indígenas de la Amazonia y es una de las comidas principales. Los niños se alimentaron durante cuatro días con fariña, tiempo en que permanecieron cerca de la nave siniestrada.
La niña y heroína de 13 años supo dirigir y mantener con vida a sus hermanitos menores, debido en parte porque en esa zona del mundo, enseñan a los pequeños desde los cinco años a luchar con las inclemencias de la selva, también recibieron ayuda del ejército colombiano que mantenían la esperanza, arrojando paquetes con comida en el área, por aviones y así encontraron un paquete con esa ayuda.
Este accidente ha servido para sacar de las sombras a esta comunidad indígena, y dar a conocer el olvido del que ha sido víctima por culpa de los grupos armados ilegalmente que obligan a la gente indígena a desplazarse de sus tierras para poder sobrevivir. El accidente revelo una vez mas lo cruel que es la fuerza armada ilegal disidente de los acuerdos de paz. Es de mencionar que también hubo ineptitud del gobierno colombiano porque tardaron quince días en localiza el lugar del desastre, porque fue hasta el 16 de Mayo que encontraron los restos de la aeronave, cuando ya los indígenas se movilizaban por la selva inhóspita y fueron los primeros en localizar el lugar.
En fin, queda mucho por saber de cómo pudieron sobrevivir estos niños en la selva, incluyendo un bebe que cumplió el año allí. Para mí, es un “milagro”, aunque sé que hay muchos que no lo van a catalogar así, incluyendo los indígenas del lugar que creen que es una conexión indígena con la naturaleza, porque eso, de milagros es una frase heredada de la conquista, de la religión católica.
Amigos estamos en presencia de otro “milagro” de los muchos que se producen en el mundo entero, lo que pasa es que no son noticias, porque no hay espacio, este solo se usa para las que tienen que ver con malversaciones, asesinatos, corrupción y pornografía; pero a pesar de todo esto, siempre esta y estará Dios de nuestro lado, haciendo estos “milagros”.
Víctor Martell
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