Evangelio y Vida para el 14 de abril de 2023
“Él les dijo: Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán. La echaron, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces”
Hch 4, 1-12; Sal 117; Jn 21, 1-14.
Recordémoslo bien todos: No se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de nuestra vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye de nuestros labios, y dar gloria a Dios.
San Francisco de Asís pedía a sus hermanos:“Prediquen el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras.” Predicar con la vida es dar testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.
Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El evangelista subraya que ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como el Señor. ¡Adorarlo!” (Papa Francisco, 14 de abril de 2013).
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Laica colaboradora de la Parroquia Medalla Milagrosa de Narvarte, ciudad de México
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