Semana Santa = Misericordia
Estos tiempos que estamos viviendo de la Cuaresma y Semana Santa es el momento perfecto para que miremos al necesitado. Debemos, aunque únicamente sea en este tiempo, mirar hacia nuestros hermanos que sufren, es nuestra obligación llegar a la triste celebración, una vez más de la Semana Santa con el dolor que sufre, en carne viva, nuestro Dios, por nosotros y ¿Que hacemos para conmemorar? Nos vamos a vacacionar y nos olvidamos de aquel que sufre todos los días, por falta de las cosas a las que tiene derecho: Comida, techo, educación y libertad.
Es verdad que no hay fechas especiales para practicar la misericordia, cualquier día es bueno; pero a veces nos entorpece, realizar las obras de caridad, algunas: la falta de tiempo, no nos alcanza el presupuesto, los que piden, lo hacen para beber, los que están en las calles, no tienen necesidad, cuando los vemos o conocemos de su existencia, miramos para el otro lado, hay tantas justificaciones mentirosas y a veces con más dolor lo hacen, aquellos que aparentan ser mas religiosos.
Si yo expreso la frase de “Bailemos en Semana Santa” estoy seguro que muchos de mis lectores pensaran que me enloquecí; pero no, estimados lectores, cuando expreso esta frase es porque llegamos a esta fecha, contentos que hemos realizado, por lo menos, una ayuda a un necesitado.
Quiero aclararles que una ayuda no necesariamente tiene que hacer económica, cuantas personas necesitan que se les ayude visitándolos porque están solos, otros necesitan que le hagan una gestión llenándoles papeles que no entienden, llevándolos a los templos aquellos que carecen de transportación, ayudando a sus hijos con las tareas escolares, buscándoles trabajo y así se hace interminable la lista de las “ayudas” que podemos proporcionar, con nuestro esfuerzo y ofreciéndoles una parte de nuestro tiempo.
Siempre piensa Jesús esta siempre mirándonos, nadie tiene que saber de las obras que vamos a realizar, serán únicamente entre EL y tu. Este escritor te garantiza (porque lo he experimentado) que la ayuda que proporciones a un necesitado, tú serás el que más recibe y a veces, ni cuenta te darás, no lo decepciones, ÉL está esperando.
Por Víctor Martell
Ojalá todos llegáramos a la Semana Santa con alguna de estas experiencias vividas al lado de nuestros Hermanos… Sería, poner en práctica el Evangelio.
MUCHAS GRACIAS, la reflexión nos enriquece.