Novena vicentina en honor a san José. Día 9
DÍA 9: San José protector de la Iglesia
Motivación Inicial: La Iglesia tiene por patrono y custodio a San José, quién más que san José puede cuidar del cuerpo místico de Cristo, si cuido de su cabeza durante su vida terrena, en José descubrimos la misión que tenemos de ser custodios de la fe, protegiendo los principios de nuestra religión en un mundo cada vez más indiferente.
Oración inicial
Padre amoroso que en tu divina providencia dispusiste de un padre para tu Hijo Jesús, te rogamos que, a través de la meditación de la Palabra de Dios y la contemplación de la vida y obra de San José, podamos descubrir la grandeza del amor que se manifiesta en la familia, iglesia doméstica.
Te Pedimos Padre misericordioso, que a ejemplo de San José podamos crecer en el servicio de Nuestro Señor en la persona de los pobres, los vulnerables y los marginados, que asi como san José fue custodio de la Sagrada Familia, nosotros podamos responder con solicitud paternal a los desafíos del mundo de hoy.
Queremos Señor, que nuestro trabajo edifique tu Reino, para construir día tras día a ejemplo de San José un hogar donde habite la paz y reine la justicia. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Padrenuestro.
Gloria.
Lectura del texto bíblico: San Mateo 2, 19-23.
Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado Nazareno.
Reflexión de San Juan Pablo II (Redemptoris Custos):
¿Cuáles son los motivos para tal confianza? León XIII los expone así: «Las razones por las que el bienaventurado José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María y padre putativo de Jesús. José, en su momento, fue el custodio legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia. Es, por tanto, conveniente y sumamente digno del bienaventurado José que, lo mismo que entonces solía tutelar santamente en todo momento a la familia de Nazaret, así proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo» Este patrocinio debe ser invocado y todavía es necesario a la Iglesia no sólo como defensa contra los peligros que surgen, sino también y sobre todo como aliento en su renovado empeño de evangelización en el mundo y de reevangelización en aquellos «países y naciones, en los que —como he escrito en la Exhortación Apostólica Post- Sinodal Christifideles laici— la religión y la vida cristiana fueron florecientes y» que «están ahora sometidos a dura prueba».
Oración final
San José, Padre de Jesús, Esposo de María, Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; Ayúdanos a comunicar a otros la alegría de ser servidores de la Palabra, como lo fuiste tú, que impulsado siempre por el Espíritu Santo te dejaste guiar por los caminos que Dios trazó para ti, aceptando obedientemente su santa voluntad.
Enséñanos a postergar nuestro propios intereses y sueños, para servir con dedicación y entrega a quienes más lo necesitan, para que nadie se prive de la ternura y la caricia de Dios en sus vidas, que a través de nosotros también comprendan y aprendan la paternidad de nuestro Padre celestial que siempre da cosas buenas a sus hijos que le piden con fe.
San José…. Ruega por Nosotros (tres veces)
Andrés Felipe Rojas Saavedra, CM
Fuente: http://www.corazondepaul.org/
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