Novena vicentina en honor a san José. Día 7
DÍA 7: San José protector de los jóvenes
Motivación Inicial: San José entiende lo difícil que se torna la misión de ser papá cuando los hijos pretenden seguir sus propios caminos, en el relato de Jesús perdido entre los doctores del templo, vemos a un José sereno, que logra comprender que solo con la ternura y el amor se pueden transformar los corazones.
Oración inicial
Padre amoroso que en tu divina providencia dispusiste de un padre para tu Hijo Jesús, te rogamos que, a través de la meditación de la Palabra de Dios y la contemplación de la vida y obra de San José, podamos descubrir la grandeza del amor que se manifiesta en la familia, iglesia doméstica.
Te Pedimos Padre misericordioso, que a ejemplo de San José podamos crecer en el servicio de Nuestro Señor en la persona de los pobres, los vulnerables y los marginados, que asi como san José fue custodio de la Sagrada Familia, nosotros podamos responder con solicitud paternal a los desafíos del mundo de hoy.
Queremos Señor, que nuestro trabajo edifique tu Reino, para construir día tras día a ejemplo de San José un hogar donde habite la paz y reine la justicia. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Padrenuestro.
Gloria.
Lectura del texto bíblico: San Lucas 2, 42-49.
Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Reflexión de los escritos de Santa Luisa de Marillac:
Para seguridad suya, mi querida Hermana, sepa que está usted honrando el estado del Hijo de Dios cuando, al salir del templo donde estaba trabajando por la gloria de su Padre, siguió a la Santísima Virgen y a San José para obedecerles y por ese medio cumplir la voluntad de Dios durante tantos años en un oficio tan abyecto como el de trabajar en la carpintería, El que había venido a la tierra para realizar la salvación de todos los hombres. No sabe usted, querida Hermana, por qué la Providencia la tiene ahí, dejándola oculta en su Hijo, pero trabajando sin brillo y sin ruido en el servicio de los Pobres, lo que es cumplir el designio de la divina Providencia con gran seguridad. (Marillac, pág. 636)
Oración final
San José, Padre de Jesús, Esposo de María, Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; Ayúdanos a comunicar a otros la alegría de ser servidores de la Palabra, como lo fuiste tú, que impulsado siempre por el Espíritu Santo te dejaste guiar por los caminos que Dios trazó para ti, aceptando obedientemente su santa voluntad.
Enséñanos a postergar nuestro propios intereses y sueños, para servir con dedicación y entrega a quienes más lo necesitan, para que nadie se prive de la ternura y la caricia de Dios en sus vidas, que a través de nosotros también comprendan y aprendan la paternidad de nuestro Padre celestial que siempre da cosas buenas a sus hijos que le piden con fe.
San José…. Ruega por Nosotros (tres veces)
Andrés Felipe Rojas Saavedra, CM
Fuente: http://www.corazondepaul.org/
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