Novena vicentina en honor a san José. Día 2
DÍA 2: San José protector de los migrantes
Motivación Inicial: San José es aquel que sabe arriesgar su propia vida para salvar la de los demás, fue un padre entregado al cuidado de su familia, sin importar cual fuera las condiciones en que se encontraba siempre estaría dispuesta a ponerse en camino para cumplir la voluntad de Dios.
Oración inicial
Padre amoroso que en tu divina providencia dispusiste de un padre para tu Hijo Jesús, te rogamos que, a través de la meditación de la Palabra de Dios y la contemplación de la vida y obra de San José, podamos descubrir la grandeza del amor que se manifiesta en la familia, iglesia doméstica.
Te Pedimos Padre misericordioso, que a ejemplo de San José podamos crecer en el servicio de Nuestro Señor en la persona de los pobres, los vulnerables y los marginados, que asi como san José fue custodio de la Sagrada Familia, nosotros podamos responder con solicitud paternal a los desafíos del mundo de hoy.
Queremos Señor, que nuestro trabajo edifique tu Reino, para construir día tras día a ejemplo de San José un hogar donde habite la paz y reine la justicia. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Padrenuestro.
Gloria.
Lectura del texto bíblico: San Mateo 2, 13-15.
El Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»
Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: = De Egipto llamé a mi hijo. =
Reflexión del Papa Francisco (Patris Corde):
El Evangelio no da ninguna información sobre el tiempo en que María, José y el Niño permanecieron en Egipto. Sin embargo, lo que es cierto es que habrán tenido necesidad de comer, de encontrar una casa, un trabajo. No hace falta mucha imaginación para llenar el silencio del Evangelio a este respecto. La Sagrada Familia tuvo que afrontar problemas concretos como todas las demás familias, como muchos de nuestros hermanos y hermanas migrantes que incluso hoy arriesgan sus vidas forzadas por las adversidades y el hambre. A este respecto, creo que san José sea realmente un santo patrono especial para todos aquellos que tienen que dejar su tierra a causa de la guerra, el odio, la persecución y la miseria.
Al final de cada relato en el que José es el protagonista, el Evangelio señala que él se levantó, tomó al Niño y a su madre e hizo lo que Dios le había mandado (cf. Mt 1,24; 2,14.21). De hecho, Jesús y María, su madre, son el tesoro más preciado de nuestra fe.
Oración final
San José, Padre de Jesús, Esposo de María, Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; Ayúdanos a comunicar a otros la alegría de ser servidores de la Palabra, como lo fuiste tú, que impulsado siempre por el Espíritu Santo te dejaste guiar por los caminos que Dios trazó para ti, aceptando obedientemente su santa voluntad.
Enséñanos a postergar nuestro propios intereses y sueños, para servir con dedicación y entrega a quienes más lo necesitan, para que nadie se prive de la ternura y la caricia de Dios en sus vidas, que a través de nosotros también comprendan y aprendan la paternidad de nuestro Padre celestial que siempre da cosas buenas a sus hijos que le piden con fe.
San José…. Ruega por Nosotros (tres veces)
Andrés Felipe Rojas Saavedra, CM
Fuente: http://www.corazondepaul.org/
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