Evangelio y Vida para el 9 de octubre de 2022
“Postrándose a los pies de Jesús, le daba gracias”
2 Re 5, 14-17; Sal 97; 2 Tim 2, 8-13; Lc 17, 11-19.
¿Cuántas bondades hemos recibido en nuestra vida?, ¿cuáles son las maravillas y hermosuras que hay a nuestro alrededor?, ¿nos hemos detenido a agradecerlas?, ¿deberíamos agradecerlas?
Sentirse liberado de un “castigo” y dejar de ser señalado y rechazado por la sociedad, como eran algunas de las condiciones que padecían los leprosos en tiempos bíblicos, deberían ser motivos suficientes para regresar con Jesús a darle las gracias. ¿Por qué uno sí y los otros nueve leprosos no habrán regresado? ¿No estaremos siendo nosotros como aquellos nueve?
Tal vez “los otros nueve” no valoraron lo que recibieron. Nadie agradece lo que no valora; si se valora, se siente el impulso de dar gracias por ello. Quizá para “los otros nueve” no fue tan importante lo sucedido. Si todas las cosas buenas que recibimos nos parecen insignificantes, seremos indiferentes a ello y no las agradeceremos.
Puede ser que “los otros nueve” se sentían con el derecho de recibir un milagro, por ello pensaron que no tenían por qué regresar a agradecer.
Hoy y cada día… seamos agradecidos, descubriendo el valor y el significado de lo que recibimos por parte de Dios y de nuestro prójimo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Pedro Alejandro Salazar Aranda
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