Evangelio y Vida para el 29 de abril de 2022
“Espera en el Señor, sé valiente, ¡ten ánimo! Aleluya”
Hech 5, 34-42; Sal 26; Jn 6, 1-15.
Jesús es el primero que piensa en el hambre de aquella gente que se ha entretenido a escucharlo. Esta gente necesita comer, y es preciso hacer algo por ellos. Así era Jesús, siempre atento a las necesidades de los demás, siempre atento para ofrecerles solución a sus problemas, dificultades, enfermedades, y caídas. Vivía pensando en las necesidades básicas del ser humano. Felipe le dirá que no tiene dinero, y es cierto, los discípulos eran gente pobre. Y los que tienen dinero no van a resolver nunca el problema del hambre en el mundo, se requiere algo más que tener dinero.
Es Jesús quien les va a ayudar a buscar un camino diferente, les hará ver que es necesario que nadie acapare lo que tiene para sí mismo, mientras haya otros que tiene hambre. El comportamiento de Jesús es de lo más sencillo y humano que podamos imaginar. Vino a enseñarnos a compartir a liberarnos de nuestra indiferencia ante quienes mueren de hambre o a causa de otras necesidades básicas.
Jesucristo, quiere que colaboremos con Él en la obra de la salvación, y me pide a mí, y te pide a ti, a cada uno: dale tú de comer, ayúdame a saciar el hambre de los demás.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alicia Margarita Cortés C. HC
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