Un comercial que comparto con ustedes
Todo este texto es de un comercial que pude ver hace mucho tiempo, y que es ajustable a los tiempos que nos ha tocado vivir. En la película, la pantalla queda toda blanca y un locutor comienza a hablar:
Este comercial, no tiene una mujer en bikini, no tiene cachorros, no tiene niños, no tiene un bebe. Este comercial no tiene una pareja dándose besos, no tiene un matrimonio tomando el café en la mañana en su casa.
Este comercial no tiene música pegajosa, no tiene efectos especiales, no tiene una tortuga jugando con un conejo. Este comercial no tiene caras de gentes famosas ni contratamos a ninguna modelo del momento.
Porque este comercial es para venderles un producto, que todos ustedes quieren comprar y sin que nadie los convenza, que usted adora consumir y tal vez hasta lo haya comprado, solo que no se lo han entregado en su casa.
Este producto no tiene marca alguna, no tiene slogan, no viene envuelto, ni tiene ninguna promoción de compre dos por el precio de uno. Este comercial es solo blanco, para que sea entendido por ustedes y por el mundo entero. Ojala que este comercial pudiera pasarse en el mundo entero.
Porque el producto que este comercial quiere vender es PAZ, y mientras las personas que necesiten comprar la PAZ no la compren, usted puede, si es inteligente, tomar un poco de la PAZ que todavía tiene en su casa y usarla en el banco, en las filas interminables del tránsito, en el ascensor, en los parqueos de la iglesia o templo que usted visita, o cuando responde a algo que no le gusta.
Por Víctor Martell
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