Evangelio y Vida para el 12 de noviembre de 2021
“Los cielos proclaman la gloria de Dios”
Sab 13, 1-9; Sal 18; Lc 17, 26-37.
Ante la presencia del Reino, la Palabra hecha carne, Jesucristo, da testimonio de la voluntad de Dios que llama a sus hijos a la vida auténtica. Porque los necios, los que en su vida solo se dedican a comer, a beber y atesorar las cosas del mundo, están viviendo solamente para sí mismos y edifican estructuras sociales que deshumanizan al hombre y lo apartan de la dinámica del plan de salvación que Dios tiene para la humanidad. Desafían a Dios creando un mundo que no escucha, ni obedece y no desea conocer la buena nueva del Reino. Desobedecen su voluntad y sus mandamientos.
¿Qué es lo que les espera a estas personas?
Como ha sucedido a lo largo de la historia, el pueblo fiel a Dios lo busca para alabarle, bendecirle, adorarle, agradecerle y poner todo en sus manos, con la plena confianza de que como Padre providente cuidará de los suyos, como hizo con la familia de Noe y de Lot librándolos de la destrucción.
Hoy la Palabra de Dios cuestiona nuestro testimonio de vida y nos invita a preguntarnos: ¿qué le da sentido a nuestra existencia? ¿A quién servimos, a Dios o al dinero, al poder, las riquezas, la moda, al mundo?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Vicentino de Tlalpan, Ciudad de México
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