Una de las consecuencias de la migración es la “Trata de personas”, conocida también como “la esclavitud moderna” la cual constituye un delito que violenta la dignidad, la integridad, la libertad y todos los derechos fundamentales del ser humano y, a la vez, constituye una de las actividades más rentables a nivel nacional e internacional.

En la trata de personas, el ser humano es visto por parte de los tratantes, como un objeto que puede ser comprado y vendido una y otra vez y del cual se beneficia una tercera o terceras personas. Este delito afecta al ser humano de manera psicológica, moral y físicamente. Las víctimas potenciales son los niños, niñas, adolescentes y mujeres.

Los traficantes buscan como víctimas a personas vulnerables, emplean  amenazas y el engaño para controlarlas y conseguir sus propios fines. Especialmente, las mujeres y los niños corren el riesgo de que se les obligue a cumplir las exigencias de quienes les prometen un pasaje seguro, hacia una vida mejor. Con las recientes restricciones en las políticas de migración, las rutas migratorias se han vuelto más largas, más caras y más peligrosas. Al limitar las oportunidades de que la gente pueda migrar de manera legal, estas restricciones han ayudado involuntariamente a los que practican el tráfico y la trata de seres humanos.

Existe la RED NACIONAL KAWSAY ARGENTINA, es una red internacional de Vida Consagrada que, a nivel nacional, en misión compartida con laicos/as, está comprometida en la construcción de una sociedad sin “Trata de Personas”. Tiene por Objetivos: -Sensibilización y capacitación. – Anuncio, Concientización, Acompañamiento y Asistencia a las víctimas.

En esta Red, participa la Hermana Marie Solange Ostane, Hija de la Caridad y ella nos comparte su experiencia misionera en Argentina.

¡Muchas gracias Sor Marie Solange Ostane! Y a todo el equipo que trabaja en contra de la “Trata de Personas” y que asisten a nuestros hermanos y hermanas migrantes.