Evangelio y Vida para el 30 de septiembre de 2021
“La mies es mucha, pero los obreros pocos”
Neh 8, 1-4. 5-6. 8-12; Sal 18; Lc 10, 1-12.
Hoy nos situamos en un pasaje evangélico que manifiesta las exigencias radicales del seguimiento de Jesucristo y el despliegue de la gran misión evangelizadora. Como bautizados (y los que compartimos el carisma Vicentino con mayor razón) debemos sentirnos siempre enviados a anunciar la buena noticia de la llegada del Reino, conscientes de que “la mies es mucha, pero los obreros pocos”. Caminemos y pidamos siempre al dueño de la mies que la cosecha sea abundante. El Reino apremia y necesita ser proclamado por todas partes y a toda persona. Por ello los invito a orar al Señor por las vocaciones:
Oh, esperanza de Israel y su Salvador en el tiempo de la prueba, dirige una mirada de bondad, visita esta viña, riega sus surcos, aumenta sus planteles y perfecciona esta obra plantada por tu mano. La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Te rogamos a ti, dueño de la mies, que envíes obreros para la cosecha. Multiplica la familia y aumenta nuestra alegría, para que crezca la ciudad de Dios. Esta casa es tuya, Señor, esta casa es tuya; que no exista en ella piedra alguna que no haya colocado tu mano. Y a los ya llamados, Señor, consérvalos en tu Nombre y santifícalos en la Verdad. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: César Lara Rincón C.M
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