Es la caridad el camino seguro hacia Dios

Éx12, 37-42: Sal 135; Mt 12, 14-21.

Al pasaje de este día le precede una curación que Jesús hace en sábado –acción prohibida–, sin embargo, Jesús la realiza anteponiendo el valor de hacer el bien a los demás al valor de cumplir la ley.

Una vez más los fariseos dejan ver que no aceptan la forma en que Jesús se relaciona con Dios. Ellos siguen dando prioridad al cumplimiento de la ley, aunque ésta, por sí misma, no dé plenitud a la vida del hombre cumplidor. La presencia del Señor y sus posturas les incomodan, por lo que buscan la manera de acabar con él, de desaparecerlo. Jesús se da cuenta de sus planes y decide apartarse, pero no para quedarse de brazos cruzados, sino para continuar con la obra que el Padre le ha encomendado. Mucha gente le sigue y él les cura sus males físicos, pero les pide que no lo cuenten de manera verbal. Con esto Jesús nos invita a que, una vez que hayamos tenido un encuentro con él, sean nuestras acciones y actitudes las que den testimonio de que nuestra vida emocional y espiritual ha sido restaurada por su presencia.

Te pedimos, Padre, ayúdanos a no vivir aferrados al cumplimiento del culto, ritos y costumbres, sino que, como Jesús, aprendamos a poner la vida del hermano por encima de cualquier precepto.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Raquel Estrada Díaz.