A través de los años, uno de los grandes problemas que ha existido en el mundo es el amor al poder, los que gobiernan no quieren dejarlo y se convierten en dictadores, robando, matando y poniendo presos a los opositores con un único objetivo,  quedarse en el mando.

La historia lo ha demostrado y hemos visto como hombres como Hitler, Mussolini, Perón, Batista, Evo Morales etc. Algunos llegaron al poder por elecciones; pero después fueron mordidos por el deseo de quedarse mandando a un pueblo que en muchas ocasiones se han negado a reconocerlo, sin embargo por el poder de las armas y  de un ejército que los defiende, comprando a sus generales y en vez de ayudar a su pueblo, a sus hermanos, se ponen en su contra.

Desafortunadamente recientemente nuestra América está plagada de estos hechos, véanse el caso de Cuba, años enteros de las mismas figuras en el poder, el caso de Venezuela y mas reciente el caso de Nicaragua que con vistas a unas elecciones en fecha próxima ya comienzan a quitarse del medio a los opositores, como es el caso de la hija de los Chamorro, a la cual le están orquestando problemas para que no pueda ser electa.

En la mayoría de los casos los opositores, traicionan al pueblo y le hacen el juego a las dictaduras, presentándose en elecciones completamente fraudulentas, pero ellos solamente cuidan de sus figuras irrelevantes,  para no tener problemas, les falta valor y coraje para poner fin a tantos desmanes. Llenan su ego con discursos ante sus esbirros, para recibir sus aplausos y cuando hablan al pueblo los hacen ir en caravanas, dándoles el día libre, sin trabajo y con presencia obligatoria.

Yo quiero decirles a estos gobernantes, que por favor, dejen de ser traidores a su pueblo y presenten una elección limpia, si la votación es a su favor debe ser respetada; pero ustedes también respeten lo que su pueblo elija, no antepongan sus egos de gobernar, no lleven al país ha que haya divisiones que solo los conduce a guerras fratricidas y ver como una juventud es masacrada en las calles.

Vamos a un  dialogo pacifico, den facilidades a la oposición que plantee sus planes de gobierno y dejen que sus hermanos escojan a sus presidentes y diputados, saquen de su corazón la espina del poder para que sean recordados con cariño y no maldecidos por una generación, no engañen más a su pueblo y déjenlo que tome sus propias decisiones. Los pueblos que gozan de libertad pueden avanzar, las dictaduras los hacer atrasar y manchar las calles de sangre inocente.

Un día tendrán que dar cuenta de sus desmanes y van a morir sin patria y odiados por sus propios hermanos y no podrán llevarse a la tumba el maldito vicio del poder, que solo los ha cubierto de dolor y pena para sus descendientes, ustedes no son dioses, ni se lo crean, el único Dios murió en una cruz, bien pobre y perdonando a sus asesinos y EL era el más poderoso ente los poderosos, por favor sigan su ejemplo si quieren vivir en paz, con Dios y sus hermanos.

Víctor Martell