Un reto está en el aire
Piensa en los temas candentes del momento:
- Reforma policial
- Cambio climático
- Pobreza
- Personas sin hogar
- Reforma electoral
- Racismo sistémico
- Violencia de género
- …
Las personas piden algo más que soluciones rápidas pero temporales. La gente pide una reforma sistémica.
El reto de san Juan Pablo II
Tal vez sea hora de que los vicencianos hablen abiertamente de un reto que San Juan Pablo II dirigió a todos los que se sienten llamados a seguir las huellas de Vicente y Luisa.
En 1986 se dirigió directamente a todos los vicencianos:
«Más que nunca, con audacia, humildad y competencia, buscad las causas de la pobreza y estimulad las soluciones a corto y a largo plazo, soluciones concretas, flexibles, eficaces. Si actuáis así, cooperaréis a la credibilidad del Evangelio y de la Iglesia» (Osservatore Romano, Edición en español, 31/08/1986, p. 10).
San Juan Pablo II no utilizó las palabras «cambio sistémico». Pero, ¿no es el llamamiento a buscar soluciones a largo plazo otro nombre para el cambio sistémico?
Vicente no hablaba el lenguaje del cambio sistémico. Pero fue uno de los mejores ejemplos de búsqueda de soluciones a largo plazo. Sólo hay que recordar cómo pasó de un sermón a dar misiones parroquiales; de dar misiones parroquiales a trabajar por la formación del clero, primero ofreciendo un programa de formación semanal para el clero y luego dando forma a un sistema de seminarios para asegurar que cada parroquia tuviera líderes bien formados.
Nuestros líderes internacionales nos llaman a pensar más allá de los auxilios de primera necesidad, de atender sólo las necesidades inmediatas y responder al desafío de llegar a las causas profundas y a las soluciones a largo plazo.
Actitudes vicencianas frente a la búsqueda de soluciones a largo plazo/cambio sistémico.
Debo admitir que a lo largo de los años me he encontrado con una amplia gama de actitudes f4rente a la búsqueda de soluciones a largo plazo/cambio sistémico.
- Profundamente comprometidos con el cambio sistémico y activamente comprometidos con él.
- Simpatizan con el impulso de la Familia Vicenciana, pero no se comprometen activamente.
- Todavía tratando de entender qué es y cómo una mentalidad de cambio sistémico afectaría a «mi ministerio».
- No sé por qué los vicencianos hablan de ello.
- No me gusta.
¿Dónde se encuentra usted en ese abanico de opciones?
Así que he pensado en pedirte que pienses honestamente en qué lugar del espectro anterior te encuentras, y por qué.
También sugiero que nos atrevamos a dialogar sobre por qué algunos se sienten así y otros de otra manera. Pero antes de que nos apresuremos a dialogar, tal vez sea el momento de echar un vistazo honesto a nuestra propia actitud. No importa en qué lugar del espectro se encuentre cada uno de nosotros, necesitamos arrepentirnos o cambiar nuestra forma de pensar sobre el cambio sistémico.
Esto no es una encuesta científica sobre el estado de la comprensión y la aplicación de la Familia Vicenciana de un cambio sistémico en nombre de los marginados. Se trata simplemente de un esfuerzo sincero por sacar a la luz lo que ayuda y lo que dificulta un enfoque reclamado por los líderes de la Familia Vicenciana, así como por san Juan Pablo II.
Un examen de conciencia
- ¿Por qué es importante la búsqueda de soluciones a largo plazo para la credibilidad de la Iglesia?
- ¿Qué sentido tiene para mí este impulso de la Familia Vicenciana?
- ¿Qué experiencias me ayudaron a comprender el valor del enfoque sistémico?
- ¿Qué experiencias me desanimaron?
- ¿Qué me ayudaría a cambiar mi perspectiva para incluir una sensibilidad en la forma de enfocar el modo de servir más eficazmente?
- ¿Te ha ayudado esta serie semanal a crecer en comprensión y práctica?
- ¿Hay algo más que quieras compartir?
¡Es hora de hablar abiertamente de estas cosas! Gracias por pensar… ¡y por compartir tus comentarios!
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