La ex presentadora de la CBS, Pat Ciarrocchi, comparte una historia personal sobre una angustiosa emergencia médica. Explica cómo el don de la gracia a través del Ave María la guió hacia adelante. Dios nos trae desafíos a la puerta. A través de la oración, entendemos esos desafíos, y a través de la gracia, los aceptamos.

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Nota: los videos son en inglés, pero ofrecemos la traducción al español a continuación del video.

Transcripción:

¿Cuántas veces rezamos: Dios te salve, María, llena eres de gracia? ¿Pero alguna vez nos detenemos y preguntamos: «Ave María, ayúdame a encontrar la gracia»? El 1 de octubre, en el Hospital de la Universidad de Pensilvania, después de someterme a una resonancia magnética para revisar mis oídos, pensaba, después de muchos años de llevar un audífono en el oído izquierdo, que tal vez necesitaba un pequeño dispositivo de ayuda; podría necesitar un audífono, tenía alguna pérdida neurosensorial. Pero el médico me dijo: ‘Tus oídos están bien, Pat, pero parece que puedes tener un tumor cerebral’. Fui a revisarme los oídos, ¿y me dicen que podría tener un tumor cerebral? Me extirparon un tumor del cerebro dos semanas después de eso. Y le dije a mi marido: ‘Me siento tan humilde’. Y él me miró y dijo: ‘¿Qué quieres decir?’ Yo dije: ‘Me siento humilde ante la Gracia de la Revelación’. Este crecimiento nunca lo habría encontrado si no me hubiera hecho revisar los oídos, porque el crecimiento y el problema de mi oído izquierdo no tenían nada que ver. Cuando hablé con mi médico, le dije que sé que los científicos dicen que encontrar esto es un descubrimiento científico. Yo digo que fue la providencia. Y ese doctor me miró y dijo, ‘Ahora, Pat, no hay pensamiento mágico aquí en este hospital’. Y yo dije, ‘Sabe, doctor, no estoy hablando de pensamiento mágico. Estoy hablando de fe… y del misterio de la misma’. El doctor entonces me confesó: ‘¿Recuerda la conversación que tuvimos cuando dijo que era la providencia?’ Y yo dije: ‘Sí’. Y él dijo: ‘Tenías toda la razón con eso’. Levanté la vista en señal de gratitud. Estoy muy agradecida cada día por la gracia de esta vida y por saber utilizarla. Mi oración es Ave María, llena de gracia, gracias por el regalo de la carrera. Y estoy abierta al regalo de ayudar a otros a ver la gracia en sus vidas.