Un punto de vista canadiense: Tener una vivienda segura y asequible es un derecho humano
Como vicencianos, somos testigos del efecto que la falta de una vivienda segura y asequible tiene en las personas a las que servimos. Por todo Canadá hemos visto cómo la gente se ve a menudo obligada a elegir entre pagar el alquiler o la hipoteca, o comprar alimentos decentes o incluso medicamentos. Otros tienen que habitar en alojamientos de baja calidad o incluso peligrosos, en lugar de buscar una vivienda más cara pero más segura, para poder pagar las necesidades básicas. Cada vez con más frecuencia, personas que podrían haber tenido una vivienda adecuada en el pasado se encuentran sin hogar debido a los alquileres más altos y menos accesibles. Estas historias nos obligan a actuar y defender a las personas necesitadas.
Al afirmar que la vivienda segura y asequible es un derecho humano, queremos decir que los gobiernos y la sociedad en general están obligados a actuar respecto a la vivienda y a los sin techo. Deben establecer «el reconocimiento legal del derecho a la vivienda, un compromiso de igualdad, metas, objetivos y plazos medibles, y un plan integral y medidas de responsabilidad».
Este enfoque hace honor a las enseñanzas sociales católicas sobre la dignidad de la persona humana, nuestros derechos y responsabilidades hacia los demás, y la opción preferencial que debemos ejercer por los pobres.
Nuestra campaña nacional, recientemente lanzada, pretende ampliar nuestras obras vicentinas mediante
- la escucha,
- conectando y navegando,
- abogando,
- creando y
- convirtiéndonos en agentes de cambio positivo
Además, esperamos
- profundizar en nuestra espiritualidad vicenciana
promover la actividad vicenciana, y
ampliar la Sociedad de San Vicente de Paúl y su número de miembros.
El trabajo del Institute of Global Homelessness y la Alianza Famvin con los Sin Techo son modelos de cómo nosotros, como vicencianos, podemos abordar estos temas a escala global. El ejemplo de tales esfuerzos sólo puede mejorar la oportunidad que tiene nuestra campaña nacional de vivienda para lograr nuestros objetivos. Como «organización de base», dependemos del apoyo de nuestros miembros a nivel de conferencia para que se unan a nosotros en esta campaña. Invito a nuestros lectores a visitar nuestro sitio web nacional (www.ssvp.ca) para obtener más información sobre esta campaña. Además, en nuestro sitio web, pueden suscribirse a Changing Times, nuestro boletín nacional que va a ofrecer noticias y recursos continuos durante la campaña. Por último, les rogamos que recen por nuestro éxito y para que las numerosas personas a las que servimos encuentren una vivienda adecuada para ellos y sus familias.
Sobre el autor:
Jim Paddon vive en London, Ontario, Canadá y es miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Está casado con su querida esposa Pat y tienen seis hijas y once nietos. Jim ha sido miembro de la Sociedad desde los años 70.
Las opiniones expresadas son las del autor y no representan oficialmente las de la Sociedad de San Vicente de Paúl.
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