Evangelio y Vida para el 6 de noviembre de 2020
“Vayamos con alegría al encuentro del Señor”
Flp 3, 17-4, 1; Sal 121; Lc 16, 1-8.
Uno de los grandes regalos que acompaña el caminar de nuestra vida es la fe; por eso es de vital importancia preguntarnos con frecuencia: ¿Cómo vivo mi fe? Haciendo esto evitaremos que nos ocurra lo que San Pablo reclamó a los cristianos de Filipo: ¿Cómo es posible que, siendo seguidores de Cristo, se conviertan en enemigos de la cruz de Cristo, comportándose y actuando de manera contraria?
Con frecuencia podemos imaginar que estamos siendo fieles a la vivencia de nuestra fe y no nos damos cuenta que hemos desviado nuestra mirada de Jesucristo y desviado nuestras acciones de las enseñanzas de Jesús, adoptando otros intereses y preocupaciones. Como nos recuerda el evangelio de hoy, hay cosas que duran más que el dinero, como la amistad y la gratitud. El dinero no nos hace ser más ni mejores; por eso, es importante nunca olvidar que somos administradores y no propietarios de los grandes regalos que hemos recibido de Dios, como la vida, la fe, la familia.
Seamos inteligentes y busquemos los bienes que son realmente nuestros y nos hacen justos ante Dios y ante las personas.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Jesús Arzate Macías C.M.
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