Recientemente me encontré con un material sobre la «profecía suave». Ese concepto trajo a mi mente algunas conversaciones con un erudito de las escrituras vicentinas, reconocido internacionalmente.

Los profetas hablan al presente

Bruce Vawter, CM, fue el autor de siete libros y editor de dos respetadas revistas bíblicas. Después de mi ordenación, me enviaron a hacer estudios avanzados de teología en la Universidad de Tubinga en Alemania. Bruce se tomaba un merecido año sabático de investigación.

Uno de sus libros se centraba en la profecía. Con una copa de vino (bueno, tal vez más de una) me dijo cómo creía que la mayoría extrañaba el mensaje de la profecía. Demasiados piensan que la profecía se centra en el futuro. En realidad, él vio que el enfoque de los profetas estaba en el presente.

Las descripciones de los profetas del futuro no eran descripciones detalladas de las cosas que vendrían. Eran más bien advertencias de lo que podría suceder si la gente no prestaba atención a la palabra de Dios. Los profetas llamaban la atención sobre lo que estaba sucediendo en la sociedad y decían que Dios estaba llamando a la gente a cambiar la trayectoria en la que estaban.

«Profecía suave»

Richard Rohr recientemente retomó algunos de sus pensamientos sobre la «profecía suave». Describe la profecía suave como «una forma de vida que va en contra de los caminos del mundo».

Escribe:

La actual cultura de política partidista enfurecida que existe tanto en la Izquierda como en la Derecha es mucho más efectiva para hacernos sentir moralmente superiores que para cambiar la mente de alguien. Deberíamos primero tratar de «limpiar el interior de nuestro propio plato», como dice Mateo (23,26), antes de tratar de limpiar los platos de otras personas, pero eso es menos visible o heroico y, por lo tanto, menos común.

Por lo tanto, la profecía suave requiere una forma de pensar que va en contra de los caminos de la izquierda y la derecha. La profecía suave requiere un cambio en la forma de pensar, de centrarse en convencer a otro de un error a explorar cómo otro enriquece la comprensión del sueño de Dios.

El Papa Francisco se sitúa en una tradición profética

El papa ofreció recientemente una entrevista en el respetado TedTalks. Dijo:

Me gustaría invitarte a hacer un viaje juntos. Un viaje de transformación y de acción. Hecho no tanto de palabras, sino más bien de acciones concretas y apremiantes. Lo llamo un viaje porque requiere un giro, un cambio.

Sus escritos, La alegría del Evangelio, El cuidado de nuestro hogar común, La llamada a la santidad en el mundo de hoy, y más recientemente sobre la fraternidad y la amistad social, tienen un trasfondo común. Somos hijos e hijas, y por lo tanto verdaderos hermanos y hermanas que están llamados a vivir como tales.

En cada uno de estos escritos, el papa Francisco está tratando de llamarnos a cambiar nuestra forma de pensar, desde formas parciales e incompletas de entender lo que es nuestra dignidad radical, a ampliar nuestra comprensión de la forma de pensar de Dios.

En cada uno de estos escritos, ejerce una función profética señalando las inconsistencias del camino en el que estamos. El papa Francisco nos ayuda a ver el panorama más amplio más allá de nuestra —tan a menudo— limitada y unilateral visión de los temas. Por supuesto, como con todo desafío profético, se encuentra con las mentalidades arraigadas de «siempre lo hemos hecho así», «él no lo entiende».

Llama a todos a reexaminar y juntos dar forma a las estructuras que salvaguardan la Buena Nueva de Dios de que somos una familia..

Preguntas

• ¿He caído en el pensamiento infalible?
• ¿Estoy abierto a aprender más sobre el sueño de Dios para nosotros?