Evangelio y Vida para el 22 de octubre de 2020
“Vine a traer fuego a la tierra”
Ef 3, 14-21; Sal 32; Lc 12, 49-53.
La pasión de Jesús era el Reino de Dios. Quería ver iniciado y en marcha ese gran proyecto del Padre, un mundo caminando hacia un destino de comunión, justicia, fraternidad y dicha compartida. Y quería ver ardiendo en el corazón de los hombres ese mismo deseo, esa misma pasión por cuidar unos de los otros, por incluir en la marcha de la sociedad a los que están siendo descartados, por lograr que cada hombre y cada mujer sea amado y respetado sin importar su condición social, el color de su piel, su nacionalidad…
Ese fuego ardía en el corazón de Jesús y quería contagiarlo a sus discípulos; quería que ardiera por todas partes y que moviera todas las conciencias y uniera a todas las gentes en un abrazo común.
¿Te ha contagiado la pasión de Jesús? ¿Se ha encendido en tu corazón la llama de ese fuego?
Hoy celebramos a San Juan Pablo II. Es emocionante celebrar la santidad de alguien a quien uno conoció, que caminó por nuestras calles… Pensar que pisó el estadio Azteca, la Basílica de Guadalupe… es como contemplar la santidad al alcance de la mano, accesible para todos, para nosotros.
“Sean santos como su Padre Celestial es santo”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Silviano Calderón Soltero CM
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