Evangelio y Vida para el 30 de julio de 2020
“Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del Reino,se parece al padre de familia que sabe sacar del ropero cosas nuevas y cosas viejas”
Jer 18, 1-6; Sal 145; Mt 13, 47-53.
Jesús está hablando de un “escriba” o “fariseo”, quienes conocían muy bien las Sagradas Escrituras y llevaban mucho tiempo esperando al Mesías.
Cuando escuchamos sobre escribas y fariseos pensamos luego en gente hipócrita, soberbia y que se opone a Jesús. Pero no fueron todos. En este pasaje Jesús dice que ellos, cuando descubren y aceptan el Reino que Jesús viene a traer, pueden complementar lo que conocían de las profecías y la Ley de Moisés. Entonces, como el padre de familia, los fariseos pueden ver una foto antigua y complementarla con fotos nuevas para ver el paisaje completo del Reino, una foto panorámica.
Muchos fariseos y escribas creyeron en Jesús y se convirtieron; están Nicodemo y José de Arimatea, por ejemplo.
Todo esto, para nosotros, es una invitación a la conversión. A dejarnos modelar, cada día, por la Palabra de Dios siendo, como dice Jeremías en la primera lectura, “como el barro en las manos del alfarero”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Carmen Elisa Arteaga Solís
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