El mundo se ha hecho más pequeño, ¿no es así? Se ha convertido en un mundo donde lo desconocido supera a lo conocido, y el único antídoto prescrito para la supervivencia consiste en tres cortas palabras: «Quédate en casa». Pero, ¿qué pasa si el hogar resulta más peligroso que la amenaza de un virus inexorable? ¿Y si el «hogar» no es realmente un hogar?

Muchos piensan en los pobres y los sin techo durante este tiempo. No tienen un hogar seguro a distancia social y no pueden evitar los lugares concurridos. Muchos de estos individuos también están haciendo los trabajos que se consideran esenciales y deben continuar presentándose a trabajar a favor del resto de la sociedad. Sí, estos individuos están entre los más vulnerables a COVID-19.

Y, ¿qué decir de las víctimas de la trata? Estas personas no están siendo distanciadas socialmente. Más bien, la demanda de tráfico sexual sigue siendo alta. Y no se mantienen a dos metros de distancia, con el equipo de protección adecuado. Estas personas están siendo aisladas emocionalmente por la nueva normalidad de nuestro mundo. ¿A quién pueden acudir en busca de ayuda? ¿Quién las protegerá de enfermarse, o quién pagará por su cuidado cuando lo hagan?

Desafortunadamente, muchos refugios y agencias han cerrado y las organizaciones sin ánimo de lucro, que dependen de donaciones para existir, están en riesgo debido a la crisis económica. Las víctimas de la trata de personas han confiado en estos lugares para escapar de sus abusadores. Sin estas organizaciones, ¿a dónde pueden recurrir las víctimas?

Cada crisis tiene sus héroes. Todos hemos visto las imágenes de los trabajadores de la salud, las marcas en sus rostros a causa de las protecciones, agotados después de cuidar a los enfermos y moribundos, día tras día. Pero nuestro mundo también necesita héroes de otro tipo. Los héroes que extiendan una mano a los vulnerables de nuestra sociedad; que se acerquen a los que están solos y alejados de sus seres queridos. Podemos estar aislados, pero podemos estar unidos para mantener nuestra humanidad intacta y llegar a los que están atrapados en un mundo que no es el suyo y que necesitan desesperadamente nuestra ayuda.

¿Cómo puedes tú ayudar a las víctimas de la trata de personas?

Sor Michelle Loisel, H.C.
Fuente: https://justfreedom.org/