Experiencia de una Hija de la Caridad en Puerto Cortés (Honduras)

Olga Marina, H.C.
29 enero, 2020

Experiencia de una Hija de la Caridad en Puerto Cortés (Honduras)

por | Ene 29, 2020 | Misiones Inter Gentes, Noticias, Situaciones de necesidad y respuestas | 0 Comentarios

Sor Olga Marina llegó a Puerto Cortés (Honduras) a comienzos del año 2019. Tras un año de trabajo y de servicio entregado, hace de nuevo las maletas para dirigirse a su nuevo destino, en Petén (Guatemala). Su mayor preocupación, en este tiempo, han sido los ancianos del hogar, a los que se ha dedicado con alma, vida y corazón. También ha participado en distintas actividades de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, como la misión Morazánica: durante una semana participó de la misión en la comunidad de la Unión, acompañando a niños, jóvenes, adultos, ancianos y enfermos. A pesar de algunos inconvenientes por su salud, es ejemplo de entrega y generosidad para todos. También ha mostrado gran interés por las vocaciones, acompañando y motivando a algunas muchachas jóvenes. Ella nos cuenta su experiencia en Puerto Cortés:

El Hogar de ancianos san Vicente queda en el barrio de san Martín, a la derecha la Iglesia del mismo nombre, junto al hogar de niños San Ramón. Somos 4 Hermanas, una hermana en cada servicio: la consulta, los ancianos, la cocina, la capilla San Martín y los niños.

La capilla es utilizada por los ancianos y los niños, pero, a Dios gracias, participan muchos fieles que viven en el barrio. Cuenta con un consejo pastoral para las actividades.

El cupo del Hogar es de 24 ancianos, 18 hombres y 6 mujeres. En la actualidad hay 17 hombres y 6 mujeres, un total de 23 ancianos.

En el desayuno, que es a las 7,30, se les hace la plegaria de la mañana y bendición de la mesa, y se les da la medicina. También se bendice la mesa en el almuerzo y cena.

En el hogar encontramos de todo, ancianos sonrientes, serios y enojados, a algunos les gusta platicar y otros guardar silencio; otros con una mirada lo dicen todo.

Siempre esperan algo nuevo, por eso se les hace gimnasia, que les hace felices y así se les anima para que gocen con los ejercicios. Por la tarde se hace una terapia ocupacional: cortar papel, jugar domino, pero no a todos les gusta, depende mucho del estado de ánimo y físico.

A las 3 de la tarde se reza el Santo Rosario.

Hay ancianos que están bien de salud y otros que padecen de enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, circulación, ansiedad, problemas del corazón, etc…

Llegan algunos grupos que visitan a los ancianos: niños, jóvenes, escuelas, colegios y grupos comprometidos con la Iglesia.

Al servir a los ancianos me he encontrado con Cristo, doliente, sonriente y a veces serio. Siempre le he pedido a Él que nos ayude a descubrirlo en cada anciano; es fácil si uno anda en la presencia de Dios, pero a veces uno anda distraído y cuesta encontrarlo. Se queda uno satisfecho con servir a los pobres abandonados por la familia y sociedad. Al hacer el examen de conciencia, le doy gracias a Dios por haberme permitido de servirlo en los pobres.

Misión de Medina, sector la Unión: fue muy importante para mí, pues cada vez que tengo la oportunidad de ir a la misión, me digo “voy a Evangelizar a los pobres”, y es lo contrario, ellos son los que me evangelizan. Se palpa el deseo de ir conociendo a Dios y a María para luego servirlo en los demás.

En la Oración de los Laudes hubo participación, pues la realizábamos donde nos daban el desayuno. Se sintió el deseo de hacer la oración de la mañana. Hubo participación porque fue en diferentes casas, y las personas llegaban para participar en la oración. El Rezo del Rosario lo realizamos con los enfermos. La hora santa fue muy importante pues se reunió la mayoría de la comunidad. En el sacramento de la Penitencia hubo participación.

A los niños/as ya grandecitos les quedó la inquietud de prepararse para ser monaguillos. Una pareja quedó con la inquietud de prepararse para recibir los sacramentos como catecúmenos.

A la hora de visitar a los enfermos se sintió el deseo de colaborar en la obra de Dios. Hubo participación de la comunidad, pues nos llevaron a visitar a todos los enfermos.

Al hacer la celebración de la palabra de Dios ellos ponían atención y algunos participaban en la celebración, comentando la palabra, y así hacíamos la oración de petición para pedirle a Dios por su salud.

Sor Olga Marina, H.C.
Hogar de ancianos
Puerto Cortés – Honduras
Fuente: http://pauleszaragoza.org/

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